Te extraño.

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La tarde era fresca, agradable y bastante calmada, Azami se encontraba dando un paseo junto Akira, esta le mostraba la ciudad mientras iban de rinda en tienda, buscando libros, mangas, dulces y alguna que otra bebida, ambas se la estaban pasando de maravilla, llegado un punto de su salida ambas pasaron por una panadería, comprando algunos bizcochos para comer en el parque. Mientras caminaban por las calles ambas tenían un sentimiento que no podían evitar, ese vacío que había entre ambas chicas era abrumador, faltaba alguien y no se podía evitar pensar en el.

—¿Te acordas la primera vez que salimos?— Preguntaba Akira, con una leve sonrisa mientras se sentaba en uno de los bancos, dándole una moridida a su bizcocho.

—Aun lo recuerdo como si fuera ayer— Contesto Azami, sentandose alado de la chica, mirando el cielo. —¿Hace cuanto que fue?— pregunto.

—Ya casi 3 años— Respondio la peli negra, dando un leve suspiro —¿Porque nos seguimos mintiendo, Gatito?— pregunto, mirando fijamente al suelo mientras su sonrisa desaparecia.

—porque preferimos seguir fingiendo que sigue aquí cuando no lo esta Girasol, No soportamos la realidad de que se halla ido— respondio la pelirroja, a pesar de que estuviera mirando las nubes sus ojos parecían estar completamente vacíos, sin una chispa de vida.

—Mierda, lo extraño tanto— Dijo Akira, con una sonrisa mientras lágrimas brotaban de sus ojos, recorriendo sus mejillas. —¿Porque todo tuvo que terminar así?— pregunto, secándose las lágrimas.

—No lo se pero, creeme que el siempre estára con nosotras, siempre lo ha Estado— Respondio con una amplia sonrisa, estirandole la mano a su amiga —Se que es estúpido que diga esto, más después de la última ves pero, el nos dio una segunda oportunidad, cumplamos sus sueños, el querría eso ¿no?— Agregó, con lágrimas en su rostro, al contrario de las demás, esas lágrimas no eran de tristeza, eran de felicidad.

—¿porque no piensas así antes de tratar de matarte estúpida— contestó riendo, agarrando la mano de su amiga, poniendo una leve sonrisa.

—Buena idea, la próxima lo haré— Dijo entre risas, levantándose del Banco junto su amiga, entre Risas Bas comenzaron a correr por el parque  viendo las hojas caer y ser movidas por las sabes brisas.

En el Fondo de sus corazónes, ambas chicas sabían que a el no le gustaría verlas llorar, pero era inevitable sentirse así, después de todo el fue la chispa que les dio vida, hacia falta sus consejos, se extrañaban sus bromas y como las elogiaba, aunque estuvieran en pijamas o desaregladas, tenía tantas ganas de vivir la vida, explotar el Mundo y eso inspiraba los demás, nunca habían malos días cuando Yuki estaba presente, pero un simple momento... Ese maldito momento le robo todos sus sueños y esperanzas, sus ganas de vivir se desvanecieron, convirtiéndose en una estadística más, un número más.

[...]

Hanma y kisaki se encontraban caminando tranquilamente por los barrios fuera de la ciudad de Tokyo, al llegar al puente que conectaba ambos lugares estos se detuvieron, mirando como corría el agua.

—Hanma— dijo kisaki, agarrando una piedra del suelo para luego tiraría al agua.

—Hmm?— el alto solo lo ojieo con la mirada, sacando un cigarrillo para fumar.

—¿Crees que lograremos cumplir nuestro objetivo?— pregunto el Rubio, acomodandose los lentes.

—¿Matar a mikey? ¿destruir la ToMan?¿Ser los mejores? yo opinó que si, aunque— este simplemente sonrió, expulsando todo el humo, levantando la cabeza se quedó observando las nubes, con un leve sentido de nostalgia —El tiempo lo decidirá, kisaki— agregó.

—El futuro parece estar muy cerca, pero a la vez no— Dijo, estirandose un poco hasta sentir sus huesos sonar.

—El futuro es incierto— respondio, tirando si cigarrillo —¿O no?— dijo con una amplia sonrisa, guardando sus manos en sus bolsillos, dándole la espalda a kisaki, comenzando a caminar.

—Supongo que si— susurro el chico, mirándolo de reojo como este se alejaba lentamente, tarareando una leve canción.

Pensar en futuro era algo inevitable para Hanma, su mente siempre había imaginado diferentes futuros para si mismo, en algúnos casos era hasta divertido imaginarse a si mismo como el villano principal de la película, pero todo eso cambio desde que conoció a Azami, ahora el Dios había encontrado a su diosa, con la cual quería compartir el trono del infierno, era extraño ese sentimiento para el, la extrañaba, extrañaba abrazarla, besarla, extrañaba su sonrisa, su risa y como lo insultaba, extrañaba escuchar su voz, las veces que decía su nombre enojada, su cabello rojo y sus ojos verdes oscuros, aunque el no creyo si le afecto, la chica había llegado a su vida para ponerla del revés, cambiando sus planes, sus sueños y su futuro, aunque eso el aún no lo sabía. 

[...]

—¿eh? ¿¡piensas volver ahora?!— Pregunto chifuyu bastante sorependido, dejando caer su comida.

—¿Tiene algo de malo?— pregunto takemichi, evitando mirar al Rubio mientras ponía una sonrisa incómoda.

—Ya que... ¿Volveras no?— pregunto el Rubio inocentemente, apoyando su codo en la mesa mientras miraba la pared.

—Quiero ver como esta todo ahora, cambiamos varias cosas, ¿no?— Dijo con una gran sonrisa.

—Vale vale... Si regresas me cuentas todo vale? — Respondio Chifuyu, aunque no le agravada mucho la idea de que Takemichi volviera no podía hacer nada para evitarlo, así que simplemente lo apoyo, como lo había echo todo este tiempo.

—Te lo prometo Fuyu— Takemichi se acercó al Rubio, dándole un gran abrazo mientras sonreía.

El Rubio correspondió al abrazo del chico, dándole una leve palmada en el la espalda, Takemichi se había vuelto un gran amigo y apoyo para este desde que baji se fue, Chifuyu prometo en la tumba de baji vivir por el, cumplir sus sueños y ayudar a todas las personas que pudiera, aun la sonrisa del pelinegro lo seguía, pero ya no sentía tristes, sentía una felicidad enorme porque sabía que este siempre estaría para el, siempre lo acompañaria  y lo cuidaria, como el cuidaba a takemichi, no podía negar que lo extrañaba y que desearía verlo por lo menos unos momentos, escuchar su voz y ver su sonrisa, pero lo que estaba echo  ya no se podía cambiar, solo quedaba concentrarse en el mañana.

[...]

¡Bien! Espero que les halla gustado la historia, puede ser medio melancólica pero es que me acabo de Terminar Given y bueno, me acorde de como Sato extrañaba a Yuki :(

Espero que la hallan disfrutado, gracias por leer! ❤

doble vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora