Dall'amicizia all'amore

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Prompt: Together

No quería estar sin él, eso era algo que tenía claro.

Cuando lo vio la primera vez le pareció interesante, adivinar su trabajo fue fácil, como siempre acertó y creyó que eso sería todo; agradecía la sorpresa que se llevó cuando el rubio comenzó a describirlo, lo había descifrado tan bien que, por primera vez en mucho tiempo, sintió que alguien lo entendía.

Mientras trataba de averiguar quien sería el "Lord of Crime" la imagen del rubio rondaba su mente, trataba de ignorar esto, que esa persona le hubiera agradado y deseara seguir viéndolo no era razón para decir que era el criminal que buscaba, aún así no pudo evitar buscar un poco de información sobre él. Se conformó con saber su nombre y a que familia pertenecía, le era difícil controlar su impulso de ir a buscarlo con la excusa de que, sino era el responsable, lo podría ayudar con la investigación, pero ya que era solo un profesor no podía meterlo en algo tan peligroso. El pensar en eso, sumado a su desesperación por conseguir más pistas, lo hizo frustrarse al punto de cometer un error y desquitarse con su amigo John, aunque ver al profesor en el vagón del tren le alegró el día.

Si bien Sherlock Holmes no creía en cosas como el destino, no pudo evitar pensar que eso era una señal para intentar acercarse. Debido a su impulsividad terminó acusándolo de ser el criminal que buscaba, no estaba seguro de si lo dijo en broma o era sincero, solo sabía que la contestación que le dio fue mejor de lo que esperaba. "Atrápame si puedes", grabó esas palabras en su mente, había acertado, el hombre era la persona que buscaba.

Más emocionado que de costumbre siguió investigando, cada que recordaba lo sucedido en el tren no podía evitar sentirse vivo, se dio cuenta de lo que el matemático había hecho para atrapar al culpable, las gotas de sangre fueron una idea increíble que complementaba a la perfección su investigación. Deseaba ser amigo de alguien tan increíble así que planeo visitarlo a la cárcel después de entregarlo a la justicia.

Sin embargo, a pesar de tratar de mantenerse tranquilo, necesitaba conseguir información para determinar si el noble era el "Lord of Crime", también quería hablar con alguien que lo entendiera, aunque tenía que admitir que simplemente quería pasar un rato a su lado, por lo que fue a Durham. No era bueno en matemáticas, pero necesitaba acercarse de una forma no tan invasiva, por eso, al enterarse de que había un examen, decidió tomarlo y aunque falló en cada respuesta tenía claro que su único acierto fue haber ido ese día a visitar a su némesis, pues fue recompensado con escuchar su nombre salir de esos delicados labios.

El tiempo pasó y comenzó a pensar con mayor frecuencia en William, lo extrañaba, se dio cuenta de que algo extraño y nuevo estaba naciendo dentro de él, sabía que era peligroso dejar que ese sentimiento creciera pero no quería detenerlo.

Cuando lo vio en casa de Milverton se alegró, al fin confirmaba sus sospechas pues durante todo ese tiempo tenía la espina de que pudiera estar equivocándose, no soportaba pensar que había alguien jugando con él y esa persona no fuera el matemático. Dispararle al periodista solo le provocó alivio, pero también lo puso a pensar ¿Cómo se sentía William cada vez que tomaba una vida?, la tristeza lo invadió pues se dio cuenta de que a su alrededor nadie se cuestionaba eso.

Mientras más averiguaba sobre William más culpable se sentía, hubiera querido conocerlo poco a poco, hacer las cosas bien, pero tenía que atraparlo pues sabía que el tiempo se terminaba, por eso siguió investigándolo; ya no era cuestión de entregarlo a la justicia, lo hacía para poder ayudarlo, quería estar con él.

Aceptar esto hizo que se diera cuenta de algo, William James Moriarty era el mejor criminal de todos, pues se había robado su corazón.

Una vez aclarado su sentir pudo trabajar mejor y, alentado por las palabras de su amigo John así como por la carta del profesor, llegó a una conclusión: solo había una forma de salvar a William y era aprovechar la información que tenía, las cosas que le eran desconocidas al "Lord of Crime", el único que sabía que estaba enamorado era él, así que usaría sus sentimientos para planear algo. Era tonto, demasiado impulsivo hasta para él, pero era lo único que podía hacer, después de todo William tenía la habilidad de dejarlo sin opciones y eso lo estresaba. 

El detective no podía aceptar que las cosas siempre salieran como el matemático planeaba, menos ahora, por eso estaba frente a él, desesperado por convencerlo de que siguiera viviendo; era egoísta de su parte pedirle algo así, pero no podía perderlo, por eso cuando lo vio caer se lanzó con él, en el mejor de los casos sobrevivirían y tendrían que esconderse, en el peor de los casos morirían juntos.

Cuando chocaron con la superficie del agua dolió, pero eso no fue todo, sus cuerpos fueron arrastrados por la corriente mientras seguían hundiéndose, a su alrededor había varios objetos que los estaban golpeando y el aire se estaba terminando.

Por un momento Sherlock pensó que no le importaba morir si con eso lograba que su amado sobreviviera, pero ese pensamiento desapareció cuando sintió como William se aferraba a su cuerpo. No podía dejarlo solo, no después de pedirle que viviera, si lo hacía lo estaría condenando a ser un muerto en vida, a vivir solo por petición de alguien y vagar en soledad escondiéndose.

Viviría, por William, por un futuro juntos, ambos saldrían de ahí y se encargaría de cuidarlo, apoyarlo y darle todo lo que necesitaba. Pensando en eso se esforzó por nadar mientras apretaba más el cuerpo contrario, lograron salir unos segundos para tomar aire, aunque también terminaron tragando algo de agua, eso fue suficiente para que el detective viera a su alrededor y tratar de nadar hasta tierra firme, fue difícil, no dejó de tener miedo ni siquiera cuando lograron salir de esas oscuras y frías aguas.

Lo peor fue cuando la oscuridad lo rodeo, no escuchaba nada, ya no veía nada, solo podía sentir el frío cuerpo de la persona que amaba entre sus brazos, lo último que pensó antes de perder el conocimiento fue un deseo: que alguien los encontrara y ayudara, aunque también tuvo un pensamiento egoísta, que al menos William sobreviviera y si para que pudiera continuar era necesario que lo olvidara lo aceptaría, solo quería que fuera capaz de ser feliz.

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