Mi dono a te

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Advertencia: Esta historia tiene contenido +18

Es la primera vez que escribo algo así por lo que no estoy segura de haberlo hecho bien, de todas formas espero les agrade.

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Prompt: Free day

Desde que se hicieron pareja el dormir juntos se había vuelto una actividad llena de tensión pues sus corazones ahora latían con más fuerza y ya no podían tocarse sin sentir que algo pasaría.

Como ya se había hecho costumbre, el rubio despertó en medio de la noche sonrojado y con algo duro entre sus piernas, sus sueños se habían vuelto mucho más atrevidos recreando la sensación de ser acariciado por su amante, aunque claro que la realidad era mejor, por lo que despertaba con una sensación de anhelo que cada vez era más difícil de controlar.

Tal vez fue porque esa noche hacía mucho frío y no tenía ganas de dejar la cama o porque el rostro de su amante era más sensual de lo normal o incluso porque ya se había hartado de tener que calmarse solo, no estaba seguro de que lo había impulsado a colocar una de sus piernas sobre las del detective y frotar lentamente su parte más sensible contra el cuerpo ajeno, solo tenía claro que al fin comenzaba a sentirse satisfecho, apretó sus labios para evitar hacer ruido y no despertar a su pareja.

Para bien o para mal ese contacto dejó de ser suficiente por lo que se acercó al cuello de Sherlock aspirando su aroma, debido a que su amado estaba empezando a dejar el cigarro el olor del tabaco era mínimo y podía apreciar con más claridad una fragancia de Campanillas de invierno y Camelias. No pudo resistirse a dejar pequeños y dulces besos en el mentón y cuello del detective, la piel era tan suave que quería sentir más así que con cuidado metió su mano debajo de la camisa del contrario para poder acariciar sus pectorales, le estaba gustando estar así.

Se preguntó que estaría soñando, ¿Tal vez todo lo que estaba haciendo provocaba que tuviera un sueño placentero? Para responder esta duda lentamente bajó su mano hasta encontrar un bulto, era cálido y duro, el corazón del rubio se aceleró y lleno de curiosidad comenzó a acariciar esa zona mientras movía sus caderas un poco más rápido.

- Mnh -Fue lo único que dijo el supuesto dormido, en realidad se había despertado después de que su pareja comenzó a besarlo, pero decidió fingir que seguía en un profundo sueño ya que deseaba saber hasta donde llegaría.

Ante ese pequeño quejido William se detuvo abruptamente ¿Qué estaba haciendo? No debía aprovecharse de su pareja mientras se encontraba en una situación tan vulnerable, así que se levantó con cuidado para sentarse en el borde de la cama, tenía que calmarse, así que se dispuso a ir al baño a terminar con eso de una vez o al menos ese era el plan hasta que su amante lo jaló y se colocó encima de él.

- No puedes dejarme así -La mirada llena de deseo en combinación con el sensual tono grave de la voz del detective hizo que el rubio se estremeciera.

- ¿Desde cuando...?- No pudo terminar su pregunta, pues sentir los labios de su pareja recorrer su cuello lo sorprendió.

- ¿Importa? -No estaba seguro de hacer eso, pero que su amante no hiciera ni el más mínimo intento por pararlo solo lo motivaba a continuar, así que sin detener sus besos comenzó a acariciar las piernas del rubio.

Cuando escuchó los pequeños y tímidos gemidos del contrario su corazón se aceleró y terminó por quitarle la parte inferior de la ropa, ver la erección del otro hizo que su mente se nublara por completo. Se colocó entre sus piernas y comenzó a besar y morder los muslos de su amante, era una grata sensación, su piel era muy suave y blanca por lo que las marcas que dejaba se notaban con facilidad, después de un rato se animó a lamer el miembro ajeno, no estaba seguro de como hacerlo así que comenzó lentamente prestando atención a cada gesto de su pareja, cuando sintió que lo estaba haciendo bien, con una mano acarició sus piernas mientras con otra tocaba su vientre, luego tomó valor y metió en su boca toda la erección.

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