Nora Lantsov estudia junto a los 4 reyes de antaño, claro que, ella no conoce el secreto de los hermanos. Cuando la magia del cuerno los llama y ella está presente, lo que resulta una sorpresa para todos que también los acompañe.
Ahora los Pevensie...
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Mis ojos no alejaban la vista del gran reloj detrás del asiento del profesor, esperaba con ansias que fuese ya la hora de terminar esta miseria que me persigue. ¡Maldita sea, Susan! ¿Cómo puede terminar tan rápido los deberes? Pasé la última media hora soñando en que regresara y me dejase su cuaderno con sus notas. Obviamente eso nunca ocurrió.
Al termino de la clase nos encargaron un trabajo terriblemente complicado, del cual solo Susan quedó exenta. Es totalmente injusto si me preguntan, de esa manera no podré copiarle.
Me apresuro a salir del instituto para dirigirme a la estación de tren lo antes posible, es muy probable que esos hermanos ya me hayan abandonado.
Cuanto más me acerco escucho como hay gente gritando, me dirijo a la entrada y mi campo de visión es ahora más amplio, lo que me permite ver que se trata de una pelea, pero no cualquier pelea, una de estudiantes. Lo que faltaba, en realidad esto resulta tan común, siempre esperan a no estar en horario de clase, así al menos no se ganan la expulsión y la buena que les esperaría en casa.
Regreso a la entrada, pues presenciar una pelea es algo que no disfruto, no comprendo cómo es que esta tiene tantos espectadores, sólo ves a niños dando golpes y sin ni un propósito. Además que no quiero recibir uno si intento abrirme paso entre ellos.
Puedo apreciar a una pequeña niña que se acerca corriendo. Es Lucy.
—¡Nora!—me llama mientras sigue su camino a la estación, y va con Susan, quien solo me hace seña para que entre con ellas.
Nos dirigimos a la multitud, entre empujones logramos ver el espectáculo de cerca; son cuatro chicos, dos de ellos sostienen a un rubio, este levanta la mirada y choca con la de su hermana a quien veo está haciendo un gesto de desaprobación.
Los chicos que sostienen al idiota -y algo apuesto- rubio lo comienzan a golpear. Es la primera vez que lo veo pelear, lamentablemente no es la primera vez que lo hace.
—¡Edmund!— Escucho decir a Lucy cuando Ed entra en la pelea.
Intento quedar un poco atrás del espectáculo, allá al menos no habrá empujones y podré respirar un poco mejor.
Escucho como los vigilantes intervienen para separar a los idiotas de aquellos chicos, mientras los otros estudiantes empiezan a abandonar el escenario. Aprovecho el camino libre para acercarme a los hermanos.
—De nada—Dice Edmund sentándose al lado de su hermano.
—Lo tenía controlado.
—Sí, eso vimos, Peter— El rubio levanta su mirada hacia mi. Tal vez esperaba que estuviese de su lado, para su mala suerte, su persona no me afecta a tal grado.
Me acerco a Ed y le ofrezco una barra de chocolate.
—Gracias.
—¿Por qué lo premias?—Comenta Peter al ver a su hermano menor sacar de la envoltura aquella barra—. También estuvo involucrado.
