La vida de Xiao Zhan cambiará al conocer a un joven muy simpatico y atento, sus días serán los más felices hasta que un día los recuerdos de su vida pasada volverán.
¿Xiao Zhan permanecerá al lado de su alma gemela?
Sabemos que tenemos 3 vidas en lo...
Xiao Zhan al caer inconsciente empezó a soñar, mejor dicho los recuerdos de su vida pasada volvieron.
Los pétalos de los cerezos ya empezaban a volar con el viento, un delicioso aroma se percibía de los campos, dentro de este campo de flores se encuentras 2 niños, se podía ver esos rostros llenos de felicidad ambos tomados de las manos corrían y corrían a través de las hermosas flores.
- Gege.- habló el menor.- siempre estaré contigo.- tomo las mejillas del mayor para luego sonreír.
Despues de jugar por un largo tiempo regresaron a casa, pasando por un hermoso lago rodeado por inmensos árboles, caminar tomados de las manos era lo más hermoso para ambos.
-Sun Tian, Gege, cuando seas el emperador yo seré tu protector, siempre estaré contigo.- sonreía.
-Shen solo quiero que seas feliz, no necesitas preocuparte por mi.- abrazó al menor el cual fue correspondido, amor de niños.
Ambos niños eran muy cercanos, Sun Tian es el heredero del emperador, aunque aún es un niño tiene una belleza única es por eso que los habitantes del pueblo lo nombraron pequeño emperador del cielo, pero es un poco enfermizo y Gou Shen es el único hijo del comandante de las tropas de élite para la protección de su Majestad, Guo Shen también era simpático, desde que fue presentado a la familia de su Majestad conoció a Sun Tian que con el pasar de los días se hicieron muy cercanos y empezaron a tomar cariño uno del otro.
Durante esa época el Reino de Sun y el Reino de Ka se encontraban en una especie de guerra por tomar el dominio total de la región, las guerras no cesaban, ningún reino daba su brazo a torcer, a pesar que el Reino de Sun trato de firmar un acuerdo de paz con el Reino de Ka este siempre se negaba pensando que era una trampa enemiga, fue así que enviaban más tropas a invadir el Reino de Sun, cada vez las muertes se incrementaban, cientos de soldados de ambos reinos fallecían, mujeres, niños, ancianos inocentes que se encontraban en medio de las batallas, vivir durante esa época era una pesadilla.
Se dice que cada mil años nace un niño con un núcleo especial y con el debido entrenamiento puede hacerse fuerte capaz de destruir una población entera, cuando el Reino de Ka se enteró de un niño prodigio que vivía en el Reino de Sun no dudaron que se trataba del niño de las profecías así que con el temor de que este con el tiempo se vuelva más fuerte empezaron atacar a ese Reino, por su parte el Reino de Sun no tenía conocimiento de estos hechos y sólo pensaban que las guerras eran por tomar el dominio de las tierras y poder.
Debido a la constancia de las grandes guerras la tasa de mortalidad no dejaba de aumentar, pero hubo un tiempo en que la paz volvió, ambos reinos habían desistido o quizá se dieron un tiempo para reconstruir sus ejércitos y preparar mejor a sus soldados para su próximo ataque.
Habian pasado ya 3 años desde que la paz volvio, Sun Tian ya cumplia los 18 años y en unos 2 años más tomaría el trono de emperador, y Guo Shen de 16 años, a pesar de su corta edad era un experto en el cultivo y dominio de las espadas.
Guo Shen era demasiado problemático, se saltaba las lecciones sólo par ver a Sun Tian y llevárselo a ese lugar donde cuando eran niños paseaban, o quedarse en el estudio de Sun Tian.
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Sun Tian como sucesor al trono tenía la obligación de revisar todas las escrituras, documentos relacionados a las tierras que estaban en su dominio.
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En una de esas salidas por descuido Sun Tian cayó al río y como tenía un cuerpo débil enfermó, el comandante Guo castigo severamente a su hijo Guo Shen por evadir sus responsabilidades y llevar al príncipe fuera del palacio y ponerlo en riesgo, así que como castigo recibió 50 latigazos, dejándolo sin poder caminar, así que debía descansar y no hacer ningún esfuerzo.
Una noche Sun Tian salió sólo para ver a Guo Shen, sin que nadie se diera cuenta se escabullo, cuando llegó a los aposentos de Guo Shen, lo llamó muy despacio.
- Guo Shen, Shen.- aún se notaba su voz ronca Poco a poco una ventana se abrio y de allí se asomó Guo Shen
- Gege, ¿Que haces aquí?, deberías estar descansando
- Vine a ver como estabas.- le indicó con la mano que entraría.
-Gege, esta preocupado por mi, eso se llama amor.- sonreía mientras hablaba.
- S..o solo estaba preocupado porque en partes yo tuve la culpa.- evitaba mirar al menor.- dime, ¿aún te duele?, si qui...quieres puedo pasarte este unguento.- le mostró la pomada.
- Adelante- sonrió y le dio la espalda.
Sun Tian con mucho cuidado empezó a pasar el unguento por las marcas de los latigazos que estaban en la espalda del menor, sin duda la confianza y el amor de ambos era mutuo, sólo que Sun Tian tenía miedo de confesar sus verdaderos sentimientos, cuando Guo Shen le decía que lo quería, que quería estar a su lado, pero no sólo como príncipe y soldado o como amigos sino que algo más como una pareja Sun Tian pensaba que este lo hacía como una de sus tantas bromas y sólo conseguir avergonzado, así que prefirió simplemente que las cosas siguieran su curso y en un futuro el se casaría como también Guo Shen encontraría una bella doncella con la que pasaría el resto de su vida.
