Narrador;
Ambos se miraban fijamente en medio de las demás personas y el espectáculo, como si el tiempo se congelase por lo que acababa de decir, Meredith además de confundida miraba aquellos profundos ojos marrones llenos de misterio y preocupación quería saber más sobre el enigma que demostraban su ojos, sin embargo...
— ¡¿Te sientes bien bro?! — Antón con preocupación le toca el hombro a Ander.
— Emm, sí, si estábamos (...) Hablando sobre(...) — Ander apartó los ojos de Meredith y trataba de brindarle una explicación coherente al chico.
— Ensayando para una dramatización, ¿Lo hizo bien verdad? — Meredith respondió rápidamente mirándolo
— ¡Si! Bro, hubieras visto tu cara, de verdad pensé que te pasaba algo — Bebió un sorbo de cerveza y preguntó de nuevo entrecerrados sus ojos
— Y, ¿por qué ensayan una obra en medio de la presentación de Mauro. Digo, es extraño— mira a ambos curioso
— Bueno, nosotros decidimos (...)
— Obviamente no era el momento, pero la emoción del mismo nos atrapó — Ander no tenía claro lo que quería decir pero más vale responder algo
— Claro — Pensativo bebió y preguntó una vez más — Y, Meredith ¿No estabas haciendo una investigación en Egipto? ¿Cómo tienes tiempo para la actuación? — recalcó intrigado
— Deberíamos prestar atención al discurso de Mauro, ¡wow esa es mi canción favorita! — Meredith tomó la mano de Ander y ambos caminaron acercándose un poco más a el organizador del encuentro.
— Como dije anteriormente, muSsiAs gracias por estar presente en esta fiesta, vamos a RumbiaH, no me esperaba que fueran a venir la mayoria de los que amo y odio— El anfitrión tenía un discurso organizado para dedicar a los invitados, pero el poder del alcohol pudo desestabilizarlo muy rápido — ¡Si! Erstoy mUuy feliz por estE moment. Prouclamou Est es oficialmente el primer y último reencuentruo. — Mauro hace una pausa para mirar a todos sus invitados pero se tambalea en el intento — Buenou, último porque no se sabe si habrá un mañana. — El chico procedió a tomar una botella de ron y subirse a una mesa — Si, festejemo —
— ¿Aún te quieres ir? — dijo Meredith riéndose por la caída de Mauro de la mesa.
— Sí, pero contigo — El chico de rulos no podía dejar de mirarla, incluso no le importó la graciosa caída de Mauro
— No nos conocemos ni siquiera Ander —
— Eso no importa, de verdad tengo un mal presentimiento —
— Ander, no entiendes, vine aquí para estar con ellos — Winsduard señala su alrededor — Yo lamento mucho si te quieres ir, pero yo me quedaré, no te preocupes por mi, estaré bien —
— Meredith por favor — le toma de la mano suavemente con una cara de frustración
— Ya, déjame —
Petersburg le dió una última mirada a aquella chica y se esfumó entre las demás personas, tal vez si se había ido realmente, pues ella trató de buscarlo tiempo después y no lo encontró.
...
— Meredith, ven te estamos buscando. ¡Es un nuevo descubrimiento! — Austin se le acerca con una gran sonrisa
— ¿A mi? ¿Qué? —
— Mostaza te dirá, es una emergencia —
Di Pier le toma del brazo hasta guiarla a la piscina donde estaban casi todos los chicos, observando algo en el piso.
— Meredith, ¡oh si! ¡Llegó la arquii! exclamó mostaza alzando los brazos
— Soy arque, "arqueóloga" —
— Eso dije, ¿podrás decirnos que tipo de huevo es este? Lo acabamos de descubrir — mostaza coloca su brazo en el hombro de ella mientras señala el objeto.
— Ay por favor, ¡chicos! ¿es en serio? — Meredith con cara de fastidio resopló observando lo estúpidos que fueron
— Es urgente, estamos en debate, ¿piensas que es un huevo Uve ache 5 o un huevo Tra-tra zumba?
Austin Di Pier le pregunto con mucho interés pero sobre todo destacando la pregunta con burla
— Me voy —
— No te vayas por favor dinos, ¿que piensas? —
Era un huevo extraño con manchas naranjas cerca de la piscina, probablemente alguien le hizo eso con algún marcador.
— Chicos, es obvio que es un huevo Tra-tra zumba — Meredith señaló el huevo
— ¡Sí! ¡Diles arqui! ¡De eso se trata bro! ¡Yo Se los dije! — mostaza exclamó por lo alto
— La sobornaste — Austin rechazó
— ¿Como la voy sobornar idiota? Apenas la acabe de ver, y me debes 20$ —
Comenzaron a reír y a disfrutar como nunca...
Todo estaba saliendo bien aquella noche en la piscina, Meredith empezaba a conquistar sus más grandes ilusiones de unión con el grupo, parecía ser una gran noche, parecía ser un escape de la aburrida monotonia de sus días, pero antes de continuar bailando alguien gritó con desesperación desde el tercer piso.
Desde ese momento, algo en Meredith le dijo que esa noche sería inolvidable (...) Inolvidablemente terrible.