intriga

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La reunión iba acordé lo pleneado, dieron por concluida su plática y pasaron a la sala general

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La reunión iba acordé lo pleneado, dieron por concluida su plática y pasaron a la sala general.

– Realmente me sorprende, joven Callenreese. Los rumores sobre que es un genio, al parecer con ciertos... Me alegra. La comunidad de científicos necesita nuevas mentes. – comento el señor Okumura.

– Esto es mi vida, no podría vivir de otra forma. Aportar algo al mundo es lo mejor que podría hacer. – respondió sonriente.

– Me encanta como piensa. Me gustaría que más personas pensarán como usted. – rió tensamente. ¿Por qué su hijo no podía ser así?

El señor Okumura tuvo que dejarlo, pues fue llamado por unos hombres, iban a tener una reunión privada, así que tuvo que retirarse.

Se adentro en la sala y pensó en irse, pero no estaría bien visto. Debería quedarse un rato más. Quería salir a pasear un poco, conocer Japón y esas cosas.

Su vista recorrió la sala, hasta toparse con un joven de ojos y cabellos oscuros. Era delgado, de cuerpo varonil y marcado. Lo delaban sus manos y su forma tan derecha de pararse. Quizá... ¿Un deportista? Le extraño verlo allí, su imagen tan pulcra desencajaba de entre trajes simples.

Conectaron miradas y wow... Realmente el chico era hermoso, brillaba de lo atractivo que era. Nunca había visto a un hombre tan atractivo. Lucía muy diferente a todos allí, le intrigó su presencia en aquel lugar. Podía ser el acompañante de algún colega.

— Buenas tardes, habla inglés? — preguntó casualmente al acercarse por un bocadillo.

— Si... Buenas tardes. — dijo en voz neutral.

— Perfecto, una disculpa, mi japonés es muy malo. Mucho gusto, soy Aslan Callenreese. — extendió su mano. El chico la tomo algo confundido.

— Eiji Okumura. Un gusto. —oh no, ¿Okumura? ¿Le había gustado el hijo de uno de sus mayores?

—¿Es científico? —

— No... Mi padre lo es, vengo aquí en su compañía. Soy gimnasta. — contestó mirándole directamente, el hombre que pudo observar era muy distinto a los que llenaban el lugar.

— Claramente. — sonrió ante la figura.

— ¿Disculpe? — ¿Había sonreído? ¿Le estaba coqueteando?

— Su postura lo delata. Una persona que no practica algún deporte como ese, no tendría tan buena postura. ¿Gusta algo de beber? — ofreció amable, tampoco quería lucir como loco.

— Claro...  — ese hombre le hacía temblar las piernas. Tan varonil y propio, era lindo.  Le fascinó desde que se le quedó mirando hace unos segundos, claro que noto su mirada, era obvia. — ¿Es estadounidense? — preguntó ahora el.

— Así es, me encantó que especificará. Detesto cuando dicen "Americano", claro que lo soy, pero la creencia incorrecta e ignorante sobre que Estados Unidos es América me parece ridícula. Hay cientos de países más en América. — comentó honesto para comenzar plática.

Más que un juego, Amor. - AshEijiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora