Introducción

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Era un atardecer, con colores rosados y anaranjados que comenzaban a ser devorados por una hermosa capa de estrellas, trayendo con ella una agradable brisa. Mi cuerpo se inundaba de esta, a la par que corría al son de agua de la cascada caer.
A mi lado trotaba un lobo de pelaje gris, que a medida que la noche avanzaba, con la luz de la luna, se veía como reluciente plata, contrastando con sus azules ojos que cada vez que atrapaban los míos, hacia que me entraran los mil temblores y mi corazón se precipitara a la histeria.
Sin saberlo, sería la última vez que me sentiría así en mucho tiempo.

El tiempo fue transcurriendo a la vez que un cumulo de emociones dentro de mi crecían con el paso de los años. Cada día que pasaba desde su partida se volvía más pesado y vacío, mi mate se había marchado para siempre.
O eso quería creer...

Ultima luna de sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora