𝐆𝐞𝐦𝐬 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐭𝐡𝐫𝐞𝐞 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝𝐬 ˢᵃᵗᶻᵘ

𝐄°𝟑𝟐 "𝐒𝐚𝐛í𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫í𝐚𝐬 𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨"

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ ɴᴏ ᴍᴀ́s ʙᴀᴊᴀs.

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En el momento que Somi eliminó el campo de fuerza inmediatamente fueron atacadas por las tropas que las esperaban y sin perder el tiempo los magos comenzaron a contraatacar incinerandolos.

— Bien, sigan así. No pierdan la compostura.— Alentó Jihyo.

— Es nuestro momento de darle una lección.— Dijo Chaeyoung poniendo su mano en el hombro de Dahyun.

Era su momento de actuar.

— Sabes muy bien que hacer....— Dahyun le sonrió.

Chaeyoung corrió hacía el centro del ejército y fue rodeada, con rapidez comenzó a golpearlos y empujarlos en la misma dirección.

— ¡Dahyun, es tu turno!...— Gritó con fuerza.

Dahyun los hipnotizó al mismo tiempo y los acomodó en filas, todo el ejército era controlado por ella. Los magos lanzaron llamas de fuego corrieron por la tierra incinerando a todo el ejército que había sido tomado por las dos pequeñas.

— JeongYeon dame una mano, ¿si? — Nayeon se le acercó sonriente.

— Cuenta conmigo...— Asintió Jeongyeon con una gran sonrisa.

— Somi no te preocupes por nosotras, quemalos sin piedad.— Pidió la mayor.

— Entendido...

Nayeon y JeongYeon corrieron a la vez, tomaron a la parte restante del ejército y lo alejaron, comenzaron a correr a su alrededor forzando que estos se reuniera en un solo lugar.

— ¡Ahora Somi, con todo! — Gritó Jeong.

Los ojos de Somi se tiñeron anaranjados, frente a ella apareció una esfera hecha de fuego, era pequeña casí del porte de una nuez.

La dejó caer al suelo y esta desapareció en la tierra.

— ¡A bajó, ahora!...— Alertó Somi.

La pequeña esfera salió de la tierra con velocidad y fuerza, al instante comenzó a asesinar a lo enemigos atravesandolos por el pecho.

En segundos todos cayeron al piso y sus cuerpos se convirtieron en cenizas.

— Pensé que utilizarías una técnica más peligrosa.— Jihyo apareció detrás de la menor.

— Temía que al utilizar una técnica más poderosa se me saliera de las manos y lastimar a alguna de las chicas no es mi objetivo.

— No importa, lo hiciste genial. Asesinar a más de trecientos lobos con una pequeña esfera de fuego en segundos, no estuvo nada mal...

— ¿Jihyo? — Somi la volteó a ver.

Había algo que no la dejaba tranquila.

— ¿Qué sucede?...

— ¿Por qué no los desapareciste?, haz recuperado tu poder y energía, ¿por qué hacer todo ésto? — Así hubiese sido más fácil.

— De ésta manera pueden descansar en paz, sus almas fueron liberadas. Hombres, mujeres y niños murieron por su culpa es cierto, pero ellos también se arriesgaban a eso sí morían.— Sonrió — Así funciona el mundo Somi, aquí es morir o morir...

— Ya veo...— Guardó silencio y bajó la cabeza.

Era triste el final de estas personas.

— Vamos a ver como se encuentran los demás.— Jihyo la tomó de la mano.