My Lord

Capítulo 1: el principio.

Siempre fui una chica rara, con peculiaridades que a la gente de mi pueblo no le agradaban mucho la verdad, pero bueno, tenía muchos amigos y mi familia siempre me apoyaba así que estaba felíz. ¿Qué? ¿Qué cuáles son esas peculiaridades? Bueno... digamos que tengo un talento con la naturaleza, puedo hacer que las flores se abran y hablar con animales, también soy totalmente capaz de tocar varios instrumentos aún siendo de familia pobre. Ya, tampoco es gran cosa pero a la gente le parece raro. Bueno, también tengo que contar que no soy la típica chica normal, a mis diecinueve años aún no tengo pareja y tampoco soy de bajar la cabeza a cualquiera, tengo una personalidad algo fuerte que digamos. Bueno, una vez me dijeron que no le puedes caer bien a todos así que me contento con las personas que tengo a mi lado.

Vivo en un pueblo que está gobernado por cuatro jerarcas y su jefa, es como nuestra diosa pero nunca me ha caído especialmente bien, tengo la sensación que miente. Los cuatro jerarcas son: la familia Dimitrescu, la familia Beneviento, la familia Moreau y la última la familia Heisenberg.

Bueno, resulta que yo no vengo de una familia rica ni adinerada y tuve que empezar a trabajar desde muy temprana edad, descubrí que se me daba muy bien cuidar a otras personas y hacer las tareas de la casa pero principalmente se me daba bien decorar, me contratan a menudo para decorar desde salones de casas algo lujosas hasta pequeños jardines y la verdad gano bastante dinero con esto, lo suficientemente para ayudar a mi familia y también tener mis propios ahorros, que no son muchos, pero bueno.

¿Qué como luzco? Ah, perdón es verdad, no me presenté. Soy Lyria, tengo diecinueve años, mi pelo es naranja y rizado, y mi piel es muy blanca con un montón de pecas, mis ojos son de un castaño tan oscuro que muchos piensan que es negro, mido 1'65 cm y bueno...no mucho más. Suelo ser alegre pero hay veces que me puedes pillar de mal humor y bueno, parece ser que mis talentos llegaron a oídos del señor Dimitrescu que mandó a uno de sus consejeros al pueblo para buscarme.

-Lyria, Lord Dimitrescu exige su presencia en el castillo, quiere contratarla como criada del castillo- dijo el consejero.

-¿Y qué gano yo con eso?- dije con los brazos cruzados.

-Te pagará bien, tendrás libertad de moverte por los jardines y todas las zonas del castillo sin ningún problema, y se te permitirá visitar a tu familia y amigos- contestó.

Acepté la oferta, más bien porque me daba curiosidad que un noble se había fijado en mí. Me dijo que tenía que tener mis pertenencias listas para esa misma noche pues me iban a llevar hasta ahí y eso hice: fui a mi casa, me despedí de mi familia, les conté que estaba pasando y todos se alegraron por ello pero igualmente estaban tristes pues tenía que marcharme.

Una vez tuve todas mis cosas listas me dispuse a ir al mismo sitio en el cuál había hablado con el consejero.

Llegué ahí y allí estaba, esperándome, me guió hasta el castillo, la verdad fue un camino un poco largo, solo el llegar a la puerta de piedra que daba entrada al territorio del castillo tardamos diéz minutos y luego para entrar en el castillo e ir hasta la puerta principal tardamos otros quince.

Nada más llegamos me explicó que en ese exacto momento lo señores de la casa estaban cenando y la mayoría de los sirvientes estaban ocupados con sus tareas o sirviendo a los lords, me explicó también que el señor de la casa se llamaba Lord Atharv Dimitrescu y sus tres hijos se llamaban, Abell, Caleb y Daniel. Como estos estaban ocupados en ese instante no me podría llevar hasta ellos así que decidió llevarme a los dormitorios de las sirvientas, me explicó que tenía unos cuantos cambios de uniforme para toda la semana pero que cada día tendría que lavarlo cada día. Me explicó como funcionaban las tareas de los sirvientes pero que como yo fui contratada para algunas cosas específicas tendría algunas tareas diferentes a las de los demás sirvientes.