Caleb y yo estuvimos tocando durante muchísimo rato hasta que dió la hora de la cena, fue muy divertido pasar el rato con él, al contrario de los otros dos hermanos con él me sentía a gusto, es como si fuese un buen amigo.
Guardamos rápidamente los instrumentos y arreglamos las partituras y en seguida nos dirigimos al comedor. Cuando llegamos aún no había nadie más que Lord Dimitrescu y Crystian el cual estaba a su lado sujetando una botella de vino y cada vez que se le acaba este a Dimitrescu, Crystian lo rellenaba.
Caleb se sentó en su sitio habitual y yo me puse a su lado, no tardaron en llegar los demás sirvientes y también los otros dos lords los cuales también se sentaron en sus sitios.
-¿Qué haces con mi hermano Lyria?- dijo Abell mientras me miraba fijamente a los ojos.
-Soy la sirvienta de los lords ¿No? Tan solo estoy atendiendo uno de vosotros- dije.
-Ya, pero está semana te toca servirme a mi- dijo.
-¿Disculpe?- pregunté indignada.
-Hemos acordado mis hermanos y yo de que vas a ir turnado entre nosotros, una semana con cada uno. Parece que a Caleb se le olvidó decirte eso- dijo esbozando una sonrisa- así que por favor niña, ponte a mi lado.
Le dediqué una breve mirada a Christian el cuál se compadeció de mi y me dispuse a ponerme al lado de Abell.
-Muy bien- dijo Abell.
La comida transcurrió sin ningún inconveniente, Abell parecía más tranquilo de lo normal y ninguno de los otros hermanos hizo nada, fue una comida tranquila.
Una vez los Lords terminaron su comida los sirvientes recogimos todos y nos dirigimos a la cocina para limpiarlo todo.
-¿Qué ha sido ese ruido?- comentó Layla mirando en la dirección de la puerta que daba a la bodega de la cocina.
-¿Qué ruido? No he escuchado nada- dijo una de las sirvientas que era un poco más mayor que nosotras.
-Nada, debe de haber sido mi imaginación- dijo Layla.
Nos dispusimos a terminar lo más rápido posible pero cuando estábamos a punto de salir volví a escuchar ese sonido y me giré para mirar, no había nada ni nadie pero juraba haber escuchado un gruñido a la vez que algo golpeaba la puerta.
No le di mucha más importancia y decidí dirigirme a mi siguiente tarea, hacer de acompañante de Abell en lo que quedaba de día.
Suspiré, no tenía ganas de aguantarlo, pero era mi trabajo. El problema era que si fuese un chico cualquiera podría soportarlo pero... Él me provocaba reacciones que nunca me habían ocurrido con otra persona, y eso me aterraba.
Me dispuse a buscar al pequeño Lord en sus aposentos, sin entrar en el baño, pero no llegué a encontrarle allí, fui también al auditorio, y al comedor, y nada, y por fin decidí buscarlo en la biblioteca, y allí estaba.
Estaba serio mientras leía un libro sentado en uno de los sofás de la biblioteca. La fuerte luz del sol que iluminaba la estancia hacia que su semblante serio se viese como una pintura, era realmente hermoso y atrayente.
Me quedé unos cuantos minutos parada admirándolo hasta que su voz me sacó de mis pensamientos.
-Primero me rechazas pero luego te quedas embobada admirándome, eres una chica complicada eh- dijo con tono burlón.
-¡Yo no estaba admirandote!- dije alterada.
-No que va, ¿Te parezco atractivo pequeña?- dijo mirándome fijamente a los ojos.
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My Lord
NezařaditelnéNacer con mucho talento para muchas cosas, el poder hacer cosas que la mayoría no puede y que todo el mundo sepa sobre esos talentos. ¿Qué me pasará una vez las personas importantes de mi pueblo se enteren de eso? ¿Qué me harán? Eso es lo que más me...