Realmente quiero verte de nuevo

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Amargamente la tormenta aún no se desataba, el bullicio de las grandes ciudades y la tranquilidad de los pueblos pequeños. El conocimiento dejo de importar, la escritura no es necesaria en momentos críticos en los que los estruendos provenientes del cielo comienzan a retumbar acompañados de la luz destellante de un rayo cayendo a la distancia.

La rivalidad nació del deseo de proteger, mientras que la otra parte tenia ideales totalmente diferentes a los que uno no podría llegar a entender.

El odio, el dolor, la amargura, el éxtasis, la soledad, tantas emociones que fueron restringidas por un solo deseo de poder regresar a su hogar y aclarar las cosas consigo mismo, también dando fin a este drama que comenzó por un momento fugaz.

Una pelea comenzó arduamente, ambos bandos parecían equilibrados. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que este equilibrio se debe a que hay dos cultivadores usando energía resentida para contratacar a un solo demonio, por lo que, si alguno de los dos pierde el ritmo constante que llevan como briza primaveral, serán opacados por la fiereza y brutalidad de Xie Ze Tian.

La luna y el sol, vinieron y se fueron como un suspiro, ambos astros contemplaron como una ardua lucha era llevada con gran destreza, la comida y la bebida no fueron necesarios. Aunque los labios estaban secos y sus caras demacradas comenzaban a mostrar signos de cansancio continuaron sin titubear.

Una pelea que comenzó en un silencio por ambas partes, solo que Xie Ze Tian al ver el equilibrio de ambos intento sacar la poca cordura de sus mentes.

Xie Ze Tian en todo este tiempo estuvo vigilando cada detalle, sus rostros, sus manos, sus movimientos, queriendo encontrar un punto débil y atacar duramente. De un momento a otro su táctica cambio del silencio al parloteo.

- He escuchado tanto de ambos, en mi viaje para fortalecerme... El gran Hanguang Jun, la promesa de su generación protegió y se enamoró de un errante que rompió las reglas del mundo del cultivo, mato y masacró a tantas personas -

Hubo un leve desconcierto de parte de Lan Wangji que provoco que sus labios se apretaran y morados de la rabia acumulada soplaran nuevamente una melodía tan áspera como una espina en la garganta.

Sin devoción o añoranza en cada nota tocó.

Xie Ze Tian sonrió por lo bajo, encontró el punto débil de su contraparte - Un asesino, sigue siendo un asesino. No importa quien fuera su víctima, sus hombros han de pesar por los recuerdos -

- ¡Calla! - Grito Lan Wangji, con la melodía nada grata para los oídos, convoco a más cadáveres feroces que sin titubear fueron directo a Xie Ze Tian.

Estos míseros e insignificantes cadáveres resentidos son como un festín para Xie Ze Tian, con un solo movimiento de la espada de oro negro que porta acabó con diez cadáveres al mismo tiempo.

No fue difícil para Xie Ze Tian notar que a Lan Wangji le cuesta domar a Cheng Qing, esa poderosa flauta que emana gran energía resentida convocando cadáveres y llenando el aire de esa fiereza que no proviene de la persona.

- Hanguang Jun, debería dejar que este noble arrase con sus males - su voz seductora, pero sin importancia para el otro, continuó - Puedo acabar con ese Hua Cheng y usted podrá quedarse con Wei Wuxian... No me mire de esa manera, he investigado -

Xie Ze Tian logro ver el temblar de Lan Wangji, ese leve y casi imperceptible temblor en los labios del otro.

Xie Lian que danzaba en el viento como una flor blanca y pulcra se avecino hacia él como una ráfaga, tan bello y a la vez peligroso.

Sin vuelta atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora