Sin vuelta atrás

Sonata del vagabundo viento

Podría ser todo un sueño, nada de lo que ha sucedido es real. Puede que solo sea producto de una gran imaginación, no cometió un error grave, puede ser perdonado ¿Cierto?

Aunque ciertamente esto no puede estar pasando.

Querían algo que lamentablemente ya no les correspondía, ambos tenían ya una vida echa, sin embargo, quien puede separar a dos almas que se sienten atraídas mutuamente, está claro que el amor funciona de maneras extrañas.

Algunas veces lastimas, otras sales lastimado.

Sabían desde un principio que esto podía terminar mal, tenían clara la idea, solo sería cosa de un par de ocasiones. Amantes de ocasión, encuentros esporádicos que mantendrían el éxtasis del momento, escondiendo una incontrolable pasión, llenándose de caricias que durarían por un par de horas.

Jamás imaginaron que terminarían por destruir sus matrimonios de la manera más baja posible, es cierto, no fue la mejor.

La planeación tenía sus huecos, si no hubieran sido sus esposos alguien más los habría encontrado en una escena comprometedora e inevitablemente llegaría a oídos de sus parejas, aunque tenían la certeza que no creerían ninguna palabra que saliera de la boca de alguien más.

Tenían una confianza pura y duradera.

Pudieron detener todo en su momento, continuar con sus propios asuntos, sin hacer daño a sus respectivas parejas.

Hua Cheng un poderoso fantasma digno del nombre temido y alabado por mortales que con plegarias piden por fortuna y una vida sin enredos.

Una calamidad que últimamente no ha dejado de buscar por todos los pueblos a un Dios desaparecido, aunque solo han pasado un par de días el cambio es notorio.

Los fantasmas temen que en un instante el humor del Chengzhu de Ciudad fantasma termine con la ¿vida? De todos los fantasmas que la habitan, cierto es que desde que conocen al temido señor no se había comportado de una manera benevolente con los habitantes.

Solo hasta la llegada de Wei Wuxian su actitud cambio un poco, ya no parecía tan frustrado y relativamente era más calmado, llevando por diversos lares al recién llegado fantasma que solía no ser diferente a un bufón.

Cuando Hua Cheng al fin, después de ochocientos años, encontró al dios que busco por tanto tiempo, como si la noticia relajara el semblante de molestia del Chengzhu.

Con el regreso al mundo humano de Wei Wuxian no estaba de humor para convivir con los fantasmas estando de malas todo el tiempo, además de irritable.

Pero Taizi Dianxia cambio la forma en que miraban al rey fantasma.

¿Cómo podían culparlo?

- Chengzhu, hemos buscado por los pueblos cercanos y no hay noticias referentes a Xie Daozhang – Dijo un fantasma esporádico que nervioso retrocedió un par de pasos al notar el aura oscura proveniente del rey.

- Sigan buscando – Respondió fríamente Hua Cheng.

El fantasma asintió, antes de marcharse dijo – Hay rumores sobre algún cultivador que... -

Antes de poder terminar Hua Cheng lo interrumpió – No es de mi interés, solo hagan lo que les ordeno –

El fantasma temeroso por su existencia se marchó del lugar sin mirar atrás.

Momentos fugaces que traen problemas, casualidades que terminan en tragedias. Anhelos traídos por los recuerdos más profundos de un corazón herido con los años.

Por años busco el cálido abrazo de una persona, encontró lo que deseaba o tal vez lo que necesitaba para continuar existiendo. Con tan solo un par de meses llego a sentir un gran afecto hacia el fantasma errante, juguetón y desvergonzado que huía de una trágica vida.