Capítulo 11

40 2 0
                                    

La luz de la ventana me molestaba, aunque no había tomado ninguna gota de alcohol si que me sentía lo suficientemente mal como para compararlo con una cruda, pues sentía el cuerpo pesado y una terrible jaqueca martillaba mi cabeza sin piedad. Suspiré profundamente y extendí una mano hacia un costado hasta encontrar el cuerpo de Robert, giré para verlo; su pecho subía y baja tranquilamente, tenía la boca ligeramente abierta y su torso estaba desnudo. 

-¿Te gusta lo qué ves?-preguntó con voz ronca y sin abrir los ojos.

-¿Alguna vez te he dicho lo narcisista que eres?-pregunté divertida.

-No lo negaste.-sonrió.

-Tú tampoco.-reí.

Abrió los ojos y me miró; algo que caracteriza a Robert Bennet por las mañanas era su mal humor, su voz ronca y lo rizado de sus pestañas, consecuencia de dormir boca abajo o con el brazo sobre los ojos.

-Buenos días.

-Buenos días.-sonreí.

-¿Cómo estás?-giró para quedar frente a mi, hice una mueca.-No te ves muy bien.-dijo en tono de burla.

-Como me veo me siento.-rió a lo bajo.

-En verdad lamento lo de ayer, no esperaba ver a Elle, mucho menos que complicara tanto las cosas.-hizo una mueca.

-No fue tu culpa, descuida. No hablemos de eso.-hice un ademán para restarle importancia.

-Debemos hacerlo, es un problema que tenemos enfrentar, juntos.

Me sostuvo la mirada, sabía que no estaba dispuesto a dejar el tema ahí. Suspiré y asentí, aceptando tener esta conversación.

-No quiero que pienses que lo que ella dijo es verdad, no lo permitas. No necesitas tener el apellido Bennet para ser importante, pero si por esa razón accediste a casarte conmigo apreciaría que lo dijeras, para no ilusionarme tanto.-reí.

-Cuando nos casemos la mitad de lo tuyo será mío, también es una buena razón para hacerlo.

-¿Lo ves? eres inteligente, sabes lo que haces y lo usas a tu favor, no me necesitas.

-En realidad si.-sonreí.

-Eso es un tema aparte.-ambos reímos.

-Gracias,-dije acercándome a él y acariciando su pecho.- aprecio mucho que quieras aclarar lo que pasó. Creo que no lo supe manejar tan bien, había tenido un día tan intenso y agotador. Tenías razón, lo mejor era cancelar esa entrevista.-hice una mueca.

-No sabías que pasaría, además no es la primera vez que nos sucede.-acarició mi rostro.

-Ni la última.-afirmé.

-Lo mejor será no caer en sus juegos, usarán la información a su favor y después no nos dejarán en paz.-bufó.

-Nota mental: no caer en la trampa.-dije haciéndolo reír.

-¿Qué quieres hacer hoy?-preguntó apoyando la cabeza en una mano mientras me miraba.

-Sinceramente no lo sé, me siento demasiado cansada como para considerar salir de aquí.-respondí con una mueca.-¿Tienes algo en mente?

Se quedó pensando por un momento hasta que una enorme sonrisa me confirmó que ya teníamos un plan.

-Toma un baño en lo que pido el desayuno.-besó castamente mis labios y salió rápidamente de la cama para ponerse unos pantalones y camiseta para después salir de la habitación.

Reí a lo bajo y me tomé mi tiempo para salir de la cama y hacer lo que Robert me había pedido. Sentir el agua caliente en mi cuerpo me hizo ser consciente de lo tensa que estaba, pero eso no logró que me relajara del todo, masajeaba mis músculos aun cuando salí del baño. Estaba por tomar mi teléfono y llamar a Robert cuando la puerta se abrió y mi chico entró con varias bolsas de comida, Anne entró detrás de él.

The December WeddingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora