Capítulo 13

17 1 0
                                    

En cuanto mamá se enteró que habíamos pagado la deuda por completo nos preparó una cena para celebrar ese mismo día. A pesar de que solo éramos cinco personas logramos hacerlo en grande y terminamos agotados, pasando la noche en casa de mis padres. Aunque quisiera decir que Robert y Anne se llevaban mejor con el paso del tiempo sabía que no era así; lo había confirmado cuando ambos discutieron sobre quién pasaría la noche conmigo en mi habitación, ganando el inglés y cerrándole la puerta en la cara a mi mejor amiga.

Cómo era de esperarse mamá no se conformó con esa cena y se dio a la tarea de organizar algo más grande y especial para la ocasión, no todos los días se pagaba una deuda millonaria y se salvaba más de dos veces una editorial en quiebra de personas que querían acabar con ella.

Después de una semana de arduo trabajo y planificación el tan esperado día llegó; comenzando con mi rutinal reunión mañanera con Madeline, quien se había convertido en mi mano derecha en estos últimos meses.

-¡Pero terminó escogiendo a su hermano, no a él!-chillé desesperada.

-¡Tenía que hacerlo!- exclamó Madeline.- Estaba por morir, no iba a soportar pasar por eso otra vez.

-No es justo.-lloriqueé dejándome caer en el respaldo de mi asiento.

-A veces la vida no es justa.-secundó de la misma manera, pero con tristeza.

-¿Estás bien?-pregunté con preocupación.

-¿Qué te hace creer que no es así?-evitó mirarme.

-En las últimas semanas te has concentrado tanto en el trabajo que apenas si hemos podido hablar de algo más que las reuniones o correcciones de los manuscritos. Además has repetido la misma ropa más de dos días seguidos y no has arreglado tu cabello.

Madeline siempre había sido una persona de aspecto presentable, no al nivel de Anne, pero si tenía una imagen limpia y profesional, pero lo que más destacaba eran sus peinados; gran parte del tiempo su cabello solía ser lacio, otras veces con ondas o peinados coquetos, siempre pulcro e inmaculado. Pero últimamente estaba atado desordenadamente en un moño o una coleta, a veces simplemente suelto y esponjado. Eso no era normal, algo debía de estarle pasando.

Se tomó su tiempo en responder, mirando un punto perdido en mi escritorio.

-No es nada,-dijo desganada.- solo han sido malos días.

Hice una mueca.

-¿Hay algo que pueda hacer por ti?

-No lo creo,-respondió sin verme.- ya pasará.

Me mordí la lengua para evitar seguir presionando, no podía obligarla a que me contara lo que sucedía.

-Está bien,-me rendí.- ¿irás a la fiesta de esta noche?

-Sobre eso...creo que no podré.

-¿Por qué no?-fruncí el ceño.

-No creo que sea necesaria mi presencia, no he aportado nada significativo a la empresa.-comenzó a jugar con sus manos.

-Eso no es verdad, tú me ayudaste a escoger nuestra primera historia.

-Ya la habías escogido, fue otra cosa que no me dijeras.-puso los ojos en blanco.

-Y aun así coincidimos en que tenía buen potencial.-me crucé de brazos.

-Fuera de eso, no he hecho nada significante.

-Madeline Fletcher, no permitiré que desacredites de esa manera tu trabajo.-dije con voz seria y mejorando mi postura.

-Es la verdad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 23, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The December WeddingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora