Capítulo 5

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Shindo Yo nació en una familia común de clase media, era hijo único al igual que sus padres por lo que no tenía más familia que ellos dos, su infancia fue relativamente normal y tenía una buena vida pero todo eso cambio cuando tenía 13 años.

Ese día se encontraba en la escuela cuando le avisaron que sus padres habían fallecido en un accidente automovilístico, el niño quedó devastado y sólo sin nadie más en él mundo, fue llevado a un orfanato y a los pocos días fue adoptado, pero sólo lo hicieron por cobrar la ayuda que daba el gobierno, ya que lo maltrataban, cuando tenía 14 años, el hombre que lo adoptó empezó a  golpearlo, el no aguanto más y se defendió pero terminó matando al hombre, luego de eso la mujer había bajado y se dio cuenta de la escena, antes de pudiera reaccionar el joven la mato descargando toda la furia que sentía, luego de bañarse, robo todo lo que pudo y se fue del lugar.

Desde ese momento su vida cambio, se dedicó a robar todo lo de podía en casas de gente rica o asaltaba a algún desafortunado que se encontrará por la calle, el no mataba no era un psicópata que disfrutará de ello, sólo lo hizo co esas personas porque lo trataban mal, su vida consistía en robar todo lo que pudiera, con 17 años se había vuelto un experto en el arte de robar.

Puso sus ojos en una gran mansión a las afueras de la ciudad, la había observado por días estaba bien vigilada pero no era nada que no pudiera pasar, decidió ir a robar a ella sin saber que su vida volvería a cambiar una vez más.


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Ya había pasado un mes desde que Kirishima había llegado a la mansión de Izuku, se estaba acostumbrando al lugar y a su nueva vida allí, al día siguiente que llegó al lugar fue enviado a entrenar junto a Katsuki y Shoto, ya que Izuku tenía un entrenamiento especial y pasaba ocupado aprendiendo el negocio familiar, el pelirrojo tuvo que acompañarlo junto a los otros dos chicos cada que tenía que salir e incluso tuvo que matar una vez, se sintió muy mal por eso pero sabía que debía hacer eso o la vida de su familia correría peligro, aunque no era todo malo ya que Izuku había sido amable con él.

Justo hora el pelirrojo se encontraba en el gimnasio ejercitanodose algo que hacía mucho desde que llegó allí, ya era de noche y pero eso no era impedimento para hacerlo, estaba tan concentrado alzando pesas que no se percató de la presencia de cierto pecoso que lo miraba con ojos lujuriosos desde la puerta.

-¿No crees que ya entrenaste lo suficiente?- dijo él pecoso haciéndose notar.

-M-Midoriya- dijo algo nervioso.

Izuku sonrió al ver nervioso al pelirrojo mientras de encontraba sin camisa y todo sudoroso, era muy excitante esa imagen, decidió entrar al lugar cerrando la puerta detrás de si.

- Ya pasó un mes desde que llegaste- dijo con voz seductora mientras se acercaba- y aún no te he dado al bienvenida apropiadamente- se sentó en las piernas del joven- sabes que la razón por la estas aquí es para se mi amante, al igual que Kacchan y Shochan- Kirishima estaba muy nervioso y sonrojado.

- Y-yo... - fue interrumpido por Izuku.

- No digas nada- puso sus dedos sobre los labios del pelirrojo- sólo disfruta- lo beso, el otro correspondió como pudo- eres muy varonil Eijiro- susurró.

Con esas palabras el pelirrojo se excita aún más, oírlo de la boca de Izuku hacia que quisiera poseerlo.

-¿Crees que soy varonil?- preguntó.

- Por supuesto, el más varonil que haya conocido- susurró el pecoso en su oído.

Ambos se volvieron al besar, el pelirrojo se puso más activo y agarró las nalgas de Izuku manoseandolas, no podía creer que iba a perder su virginidad en un gimnasio. Izuku se apartó de los labios de Eijiro para besar su cuello y pecho, el pelirrojo tenía un cuerpo muy músculoso, aunque sus otras dos chicos no se quedaban atrás, bajo los besos por su abdomen, lamia parte del sudor era el pelirrojo, llegó a la entrepierna de Kirishima su miembro estaba despuweo,decidió bajar el contador junto con los boxers, dajado a la vista el erecto miembro del otro.

Izuku no lo dudo y se  llevó el miembro a la boca, ya tenía mucha experiencia al hacerlo con Shoto y Katsuki, el pelirrojo gemia gustoso, jamás había sentido tal placer, masturbarse no se comparaba en nada con eso, Izuku siguió su trabajo moviendo su cabeza de arriba a abajo, hasta lograr que el otro se vinieran.

Se puso de pié y alineó miembro con sus entrada, se fue sentando poco a poco logrando que este entrar a entero, el pelirrojo gemia y gruñia por el gran placer que sentía, Izuku empezó a moverse poco a poco hasta acelerar el ritmo, sus gemidos se oían por todo el lugar, Eijiro luego se un rato cogió al pecoso y lo puso en cuatro, y empezó a penetrarlo era muy brusco pero Izuku no lo detuvo ya que lo disfrutaba y además le encantaba complacer a sus amantes, el pelirrojo disfrutaba como nunca, hasta que sintió que se vendría aceleró el ritmo terminado dentro dd Izuku y provocándole que se viniera, Izki jadeaba cansado.

-Estuvo muy rico- dijo el pecoso.

-A mo también me gustó mucho- sonrió- creo que va a encantar estar aquí- Izuku sonrió satisfecho.

De pronto de escucharon golpes en la puerta.

- Deku, ven aquí, tenemos un invitado- grito Katsuki.

Ambos se vistieron rápido y salieron del lugar, en la sala tenían a una pelinegro apuntandole con sus armas, Izuku al ver la bolsa llena de cosas entendió que era un ladrón que se hzaai metido al lugar equivocado.

Era muy tarde y Shindo al ver las luces apagadas intuyó que todos dormían, pero en su recorrido por la casa fue sorprendió por un bicolor que lo atacó, el ruido atrajo a más hombres y así terminó en esta situación.

-Encontramos a esta rata tratando de robar- dijo Shoto.

-Vaya, que tenemos aquí, un pequeño ladrón- dijo el pecoso sonriendo infantil- parece que te metiste a la guarida del lobo- del conejo pensaron algunos.

Shindo no sabía que decir, pero al ver el rostro de Izuku se quedó maravillado por su belleza, Izuku también notó lo guapo que era él chico.

-¿Qué haremos con él?- preguntó Kirishima.

-Hay que matar al bastardo- dijo Katsuki, eso hizo preocupar al pelinegro.

- No- dijo Izuku sorprendiendo a todos- es muy guapo, me gusta- dijo tomandolo del mentón para observar mejor su rostro- lo quiere como mi amante- le sonrió a los tres chicos- no se pongan celosos, yo los amo a todos, en cuanto a ti- volvió su vista al pelinegro- ahora eres mío, yo te perdone la vida y que la sigas manteniendo depende de mi, así que de ahora me adelante soy tu amo y atrás lo que yo diga- el pelinegro asintió, ser esclavo sexual de ese lindo chico chico no le molestaba- bien, encierrenlo, ya lo hablaremos mañana- dijo alejándose.

Shindo fue llevado al sótano donde habían celdas, fue encerrado en una de estas, por seguridad, no podían confiar en él aún, tenía que ganarselo.






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Holi amigos aquí les traigo otro capítulo de esta historia, espero que les guste el capítulo, sin más que decir me despido.


Eso es todo amigos

El Príncipe Mafioso y sus Cinco AmantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora