Que Nadie Se Entere

2

Son las 20:00, debería de comenzar a prepararme -Pienso-

Me dirijo hacia el baño y abro el grifo de la bañera de mi habitación, mientras, me quito toda la ropa, mis gafas y me suelto el moño.

Meto mi pie derecho en el agua caliente y me quemo un poco pero no pasa nada, continuo con el izquierdo y seguidamente el cuerpo entero.

Quiero pensar que no, pero estoy muy nerviosa. Voy a cenar con una persona que no conozco de nada.

Empiezo a lavarme el pelo y aplicándome mi acondicionador
Cojo la esponja y empiezo a pasarla por todo el cuerpo con un gel de rosas que deja un aroma maravilloso.
Continúo depilandome todo el cuerpo sin dejar un solo pelo.
Me quedo un rato tumbada en el agua caliente y cuando pasa el tiempo, decido salirme.
Debo elegir la ropa que me voy a poner.

Me encuentro enfrente de mi armario e indecisa no se si ponerme mi vestido rojo o negro, los dos son muy ajustados y me encantan.
Me decido por el rojo que demuestra seguridad aunque el negro es muy elegante.
Me lo coloco junto a los tacones y finalizo con un maquillaje poco cargado ya que me gusta que quede natural.

Estoy temblando pero es hora de bajar al recibidor.

Cojo mi bolso y salgo por la puerta, dirigiéndome hacia el ascensor. Estoy muy muy nerviosa.

Se abre la puerta del ascensor y hay está el.
Las 22:00 en punto.
Al verme, se le ilumina la cara y le sale una bonita sonrisa; yo reacciono igual que el.

- Estás preciosa- me dice sonriente.

- Gracias, igualmente-

Comenzamos a andar hacia la salida y siento que me está mirando de arriba a bajo, nada más salir hay un Audi aparcado en perfecto estado y observo como se acerca sacando unas llaves.

- ¿Es tuyo?-

- Si, ¿te gusta?-

- Si - Digo emocionada- es muy bonito-

- ¿A donde vamos?- Le pregunto con mucha intriga y sin dejar de estar nerviosa

- Sorpresa... -

Tras unos veinte minutos de camino, yo mirando por la ventana escuchando la musica que suena de fondo y el concentrado en la carretera, llegamos a un restaurante.

Por los carteles veo que es italiano y de alto nivel, bajamos del coche, me coge la mano y se me pone el corazón a mil por hora, entramos, nos dan una mesa y el camarero nos toma nota.

- Y bueno, ¿por qué me has invitado a cenar sin conocerme de nada?

- Me has encantado nada más verte entrar por la puerta

- Vaya... gracias- sonrojada- Tu también me has parecido atractivo

- ¿Enserio?

- Claro, me has llamado mucho la atención

- ¿Estás nerviosa, verdad? Estás temblando

- Si, soy tímida y no suelo quedar con desconocidos tan rápido- Riéndome

-Asi que... Eres una romántica que le gusta ir despacio

- Pues si, has acertado. Asi que, cuéntame sobre ti

- A ver déjame que piense...
Soy de Berlín pero he tenido que venir a Madrid para la reunión ya que Manuel se va a retirar pronto, por tanto, me convertiré en tu jefe

Me quedo helada al oirlo
- No me esperaba eso la verdad

Trae el camarero los platos y son espectaculares: risotto, lasaña, carpacho...

- Que pinta tiene todo- digo contenta

- Disfruta, estás guapa cuando sonríes

Hace que me sonroje de nuevo.

- Y bueno cuéntame tú, ¿qué haces aquí?

- Pues si no lo ha dicho Manuel, soy la inspectora e investigo los casos de aqui en España

- Mmmm... inspectora

- Si y creo que nos va a gustar eso de que seas mi jefe- Digo perdiendo un poco la vergüenza.