Me dirijo hacia la puerta.
– Hola Oliva –
Me encuentro con Thomas en mi puerta, en vaqueros y con camisa blanca perfectamente planchada y en sus manos... En sus manos un precioso ramo de diferentes flores muy coloridas
– Vaya Thomas... Hola; no me esperaba esto–
– Vengo para darte la bienvenida a tu nuevo hogar –
– ¿Y estas flores? –
– Para darle un toque de color a tu precioso salón, ¿no te parece? –
– Si, por supuesto. Muchísimas gracias – le digo llena de alegría – Pasa porfavor
– De acuerdo –
Voy hacia el sofá y Thomas me sigue. Me siento y se pone justo a mi lado
– Bueno y... ¿Qué tendré que hacer en el trabajo? –
– Lo mismo que hacías en Cádiz Olivia, investigar los casos, solo que... Aquí conmigo –
Me pone nerviosa
– Ah... Está bien –
Sinceramente lo último que quiero en este momento es hablar del trabajo con Thomas. Me está mirando los labios y comienzo a notar un calor por mis mejillas y como se acelera mi corazón.
Quiero besarle, me muero de ganas.
No me lo pienso dos veces y me lanzo hacia sus labios uniéndolos junto a los mios.
Él me sujeta un poco con una mano en la cabeza y con la otra en mi muslo.
Me encantan sus besos, siento que subo en una nube de la que nadie puede bajarme. Y cada vez, sube más la intensidad del beso.
Se separa de mi.
– ¿Estás segura Olivia? – sé porqué me lo dice, la última vez le dije que sería la última; pero es que...es imposible contenerse...
– Si – le digo segura de mi misma
Directamente me coge con las dos manos de mi cintura levantándome y poniendo mi cuerpo encima del él.
Está sentado en el sofá, por tanto me encuentro sentada encima suya con las piernas cruzadas por su espalda y los brazos por el cuello. Estamos tan pegados que la tempestad comienza a subir entre los dos.
Noto como su mano va descendiendo hasta mi culo y lo agarra con fuerza.Llega un momento que ninguno de los dos quiere seguir hay sentado, asi que, Thomas con fuerza se levanta conmigo todavía con las piernas y brazos cruzados por el, le agarro más fuerte y nos dirigimos hacia el dormitorio.
– Me parece que lo vamos a estrenar juntos – le digo con una sonrisa picante mientras entramos por la puerta
– Pues a mi me parece una maravillosa idea –
Me deja sobre la cama y rápidamente me quito la camisa. Observo como se muerde el labio al verme y se quita el la suya.
Se acerca a mi, desabrocha con cuidado el botón de mi pantalón y lo va bajando lentamente y acariciando mi pierna de arriba abajo.
Cuando termina, se quita el suyo rápidamente y se pone sobre mi.Puedo notar perfectamente cada parte de su cuerpo sobre el mio. Le paso mis manos por sus brazos llenos de músculo y él acerca su mano a mi muslo.
Cada vez hay más tensión pero estamos disfrutando tanto del momento que no queremos avanzar.
Lo beso de nuevo y eso es la gota que colma el vaso. Thomas se levanta y coge de su cartera un preservativo.
Se lo pone muy rápidamente mientras me quito la ropa interior que me quedaba.
De nuevo está encima mía y comienza a moverse dentro de mi. No puedo aguantar de placer y me agarro con fuerza a las sabanas mientras se me escapan varios gemidos al igual que el.
Después de un rato de pasión terminamos los dos abrazados y dormidos.
Y asi fue el comienzo de mi historia con Thomas. Tres años después seguimos quedando, sin Que Nadie Se Entere; aunque por el trabajo, no es nada serio, cada uno lleva su vida aun que nos queremos muchísimo. Y esto es solo el comienzo...
ESTÁS LEYENDO
Que Nadie Se Entere
Teen FictionDespués de 9 meses trabajando en las oficinas de la Policía en Berlín como inspectora, Olivia vuelve a Cádiz, el lugar dónde nació y creció, para disfrutar de sus vacaciones aunque tiene que seguir trabajando en otro oficio. En ellas, conoce a una p...