3 años más tarde
Mañana es 1 de julio, comienza mi trabajo de verano como socorrista en la playa tras ver estado los nueve meses anteriores trabajando en mi despacho como inspectora en el centro de policías de Bérlin.
Son las 5 de la mañana y no consigo dormir, mientras pasa el tiempo contemplo la gran ventana que tengo en mi cuarto, el movimiento que tienen las finas cortinas producido por el viento que corre. Éste último y mi ventilador son los únicos que me salvan de la calor que hace en mi dormitorio.
Miro mi móvil y el último mensaje que je recibido son las buenas noches de Thomas.
8:00 am
No para de sonar la alarma y la apago con fuerza para que se calle. He dormido a penas tres horas y estoy muerta de sueño, quiero seguir durmiendo hasta la hora de comer, pero no puedo, debo de prepararme para ir a vigilar las playas.
Bañador de color rojo, crema solar, gafas de sol, toalla, ropa de cambio, llaves y bolso. Creo que lo tengo todo listo para salir de casa.
Tengo la playa muy cerca de casa a si que voy a un ritmo relajado y al llegar dejo todas mis cosas en una sala y a comenzar el día.
Lo que tengo que hacer solo trata de ir por la orilla del mar andando con un flotador en la mano por si sucede algo en el agua o si alguien necesita ayuda médica. Sinceramente, no es algo que me desagrade, la gente es muy simpática conmigo y los niños pequeños siempre me saludan. A muchos de ellos ya los conozco se veranos pasados y muchos otros son extranjeros.Son las 13:30 de la tarde y ya comienzo a notar el hambre en mi estómago y en ese momento noto una pelota pequeña de plástico como da en mi culo.
Me giro y un niño de unos 7 años aproximadamente se acerca a mi con una pala en la mano.
– Perdona socorrista, estaba jugando – me dice con un poco de vergüenza
– No te preocupes pequeño – sonriéndole
No doy ni 3 pasos cuando aparece por delante mia un hombre con otra pala en la mano.
– Disculpanos, estaba jugando con mi sobrino y se nos ha ido la pelota sin querer hacia... Ti – me dice ese hombre riéndose
– Querrás decir hacia mi culo ¿no? – seria pero con un tono simpático
– Pues si – vuelve a reír
– Adiós, tengo que seguir –
– Está bien –
Continúo mi camino pero me doy cuenta de que ese hombre me sigue con la mirada
Sinceramente me ha parecido muy atractivo y ha llamado mi atención.
Sigo andando un rato más y me doy cuenta que estoy pensando todavia en ese hombre.
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Que Nadie Se Entere
Teen FictionDespués de 9 meses trabajando en las oficinas de la Policía en Berlín como inspectora, Olivia vuelve a Cádiz, el lugar dónde nació y creció, para disfrutar de sus vacaciones aunque tiene que seguir trabajando en otro oficio. En ellas, conoce a una p...