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21:00 // Vuelo Madrid- Jerez

Me monto en el avión y se que no es mucho tiempo de viaje pero estoy muy cansada y me quedo dormida.

Abro los ojos y observo que estamos casi llegando, quedan unos 10 min aproximadamente...menos mal.

Aterriza y me dirijo a recoger mi maleta, llamo a un taxi el cual me acerca hasta Cádiz, que es donde vivo.

Entro por la puerta de mi casa, vuelta a la realidad.
Paso por el pasillo en dirección a mi dormitorio dejando la maleta nada mas entrar.Me quito toda la ropa y me acuesto del tirón quedando dormida en pocos minutos, mañana tengo que trabajar y necesito estar descansada.

7:00 am

pi...pi...pi...

El maldito sonido de la alarma me despierta y todavía casi dormida voy hacia el baño para prepararme: lavando mis dientes y la cara, aplicando mis cremas faciales y cepillando mi pelo.

Paso a mi armario y eligo una blusa de tirantes rosa y una falda negra con un cinturón del mismo color de mi blusa.

Tras ponerme mis tacones negros, coger el bolso,las llaves y la placa de inspectora; salgo de casa.

Vivo a unos 10 minutos de la oficina, por tanto, voy andando.

Todavía está un poco oscuro pero no me da miedo, estoy acostumbrada a pasar por aquí todos los días aunque alguna vez haya tenido algún que otro susto.

Giro la esquina y ya puedo ver las luces de la oficina policial.

Una vez dentro, me dirijo a mi despacho dando los buenos días con una sonrisa a todos los compañeros que me voy encontrando por los pasillos.

Al entrar, suelto el bolso y me siento para comenzar a trabajar. A penas he hecho un par de llamadas cuando llaman a la puerta.

– ¿Se puede señorita García? – reconozco esa voz, es Manuel.

– Claro, buenos días. ¿Qué sucede? –

– El caso de Madrid... –

Al escuchar eso me quedo un poco fría por qué no se que me va a decir

– Ha llamado el juez a primera hora y ha dado el caso por cerrado – continúa diciéndome.

– No... eso quiere decir que... –

– Si Olivia, mi trabajo como inspector ha terminado. Me jubilo –

No quiero creerlo, llevaba tiempo sabiendo que se jubilaría al terminar el caso. Pero no imaginaba que se cerraría tan rápido.

Manuel para mi a parte de mi jefe ha sido un gran maestro, siempre que ha podido me ha ayudado y me ha tratado de una forma maravillosa.

– Me da mucha pena, no quiero que te vayas de las oficinas – le digo triste

– Ya lo se... Pero mi trabajo ha llegado a su fin. Aunque tengo que darte una noticia que no se si te gustará. Alomejor te sube los animos –

– ¿A si? ¿ Y cuál es? – me ilusiona un poco.

Se asoma Manuel al pasillo

– Ya puedes entrar – dirigiéndose a alguien de afuera

– Buenos dias señorita García – veo como entra Thomas por la puerta.

Un escalofrío me recorre todo el cuerpo.

– Bueno yo me voy ya, hablad vosotros sobre el tema – nos dice Manuel con una sonrisa

– ¿Qué haces aquí? – le digo seria

– ¿Le das los buenos dias a todos tus compañeros menos a mi? –

– Buenos días... Me lo explicas porfavor–

– Ya lo sabes, Manuel se jubila asi que... Yo seré tu superior –

– Eso ya lo hablamos en Madrid, pero, ¿Por qué estás aquí y no en Berlín? ¿Qué es tan importante? –





Que Nadie Se EntereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora