MadaTobi

Demencia... parte 3

Bien, esta es la ruta más rápida para llegar a las tierras de la resistencia.. a tus tierras_ con un pequeño lápiz marcaba la ruta en el mapa

¿Qué fue lo que le diste a Madara?_ Tobirama observa la fogata hecha por Itachi.

Eso no es importante, somos libres ahora_ le sonríe con la calma que lo caracteriza.

Si.. _ junta sus rodillas y reposa su cabeza sobre ellas.

¿Qué te preocupa?_ dobla el mapa y la deja en el suelo y se acerca al albino.

Madara hizo un pacto con un demonio, no creo que muera tan fácil además.. _ se vio interrumpido por los labios de Itachi. El Uchiha no permitió que siguiera hablando.

Lo empuja suavemente al suelo sin dejar de besarlo, pasa las manos por las piernas de Tobirama abriendo las y posicionándose entre ellas. Necesitaba borrar cada rastro de Madara sobre la piel de su amado, el albino está intranquilo lo siente pero tiene que borrar las marcas.

Yo también hice un pacto_ dice mientras besa nuevamente a un albino sorprendido.

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Muéstrame dónde están_ ordena al cristal quebrado que se encuentra en la pared de aquella cueva.

Ante lo dicho por Madara los cristales caen al suelo y proyectan la imagen de árboles con troncos oscuros, hojas que brillan como plata, el azabache sonríe, Itachi es muy listo pero jamás van a llegar a las tierras de los Senju, su defecto es ser muy confiado y eso le dará a Madara una gran ventaja.

Itachi tú no lo sabes pero Tobirama me pertenece incluso mucho antes de haberlo conocido_ el eco de sus pasos es lo último que se escucha en aquella húmeda y tenebrosa cueva.

     
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No comprendía la preocupación del albino es que no le tenía confianza, acaso no le demostró de cuánto es capaz de hacer por él. Madara está muerto y aún así ocupa la mente de Tobirama, eso le molesta pero debía admitir que sentía preocupación también.

Madara puede que también haya pedido inmortalidad al haber pedido poder al demonio después de todo el líder Uchiha le ofreció algo muy importante para cualquier varón. Había oscurecido por segunda vez y deciden acampar, no hay prisa, nada los persigue ¿Cierto?

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Tobirama hacía guardia esa fría y oscura noche, Itachi estaba cansado, admiraba la gran determinación del de cabellera negra y lo amaba, se aleja un poco de dónde descansa su pareja, en el silencio de los árboles dormidos medita sobre la muerte del líder de los Uchiha su intuición nunca falla y esta vez tampoco, Madara no está muerto, de eso está seguro.

No puedo estar lejos de tí por más que me alejó no logro apartarme completamente de tí, amo a Itachi pero hay algo que me... Sus pensamientos fueron interrumpidos por el ruido da unas ramas quebrándose.

Supuse que Itachi era quien hacia guardia pero veo que sigues siendo terco zorrito blanco_ dice mientras se acercaba lentamente a donde estaba Tobirama.

Lo sabía_ susurra.

¿Me extrañaste?_ Tobirama no se mueve de su lugar.

Madara se posiciona enfrente del albino levanta la mano derecha y acaricia la mejilla izquierda de éste. La mirada negra como el carbón recorre el cuerpo entero de su presa quién está totalmente rígido "mío" piensa y se acerca a los labios pequeños, pálidos y deliciosos.

Antes de llegar a tocar ese manjar de labios se aparta bruscamente por un pedazo de tronco dirigido a él, logra empujar a Tobirama y que cayera al suelo, evitando que lo lastimara.