✒Algo malo pasa con él✒

8 7 0
                                    

Dejé que el chófer me llevara donde Becca, tenía mucho que contarle y conociéndola querría detalles.

Llegué al lugar, estaba entre las primeras mesas distraída con el celular, cuando me vio se alegró mucho, estaba preocupada por lo que sea que me pudiera haber pasado.

Le cuento lo sucedido abreviando a lo que ella me lanza una cara sin expresión, si fuera ella tampoco sabría cómo reaccionar a eso.

–Bueno amiga.....sabes que te apoyo en todo pero en esto creo que te has pasado–dice y con la misma se para y se va caminando como quién no sabe a dónde va.

–¡Becca espera!– grito pero fué inútil.

Le pido al chófer que me lleve a la casa, no estaba de humor para nada más......

Llego y veo a un Marck muy feliz, demasiado para mi gusto, me toma entre sus brazos y me da una vuelta en sí mismo.

–Rubia vamos a tu apartamento, recoge algunos trajes de baño que nos vamos de viaje mañana.

–¿Que?–Respondo, esto era un cambio muy grande, estaba acostumbrada de casa al trabajo y del trabajo a casa.

–Pues eso,no lo has escuchado ¿estás sorda?–dice y en ese momento su cara ya no se ve tan feliz.

–No, si te escuché, es un ¿Qué? De la emoción– digo para tratar de calmarlo pero veo como sus puños se tensan y solo subo a tomar más ropa.

A la salida al día siguiente el que estaba era otro chófer, de piel oscura traje negro, y calvo, era muy imponente.

Me le quedé mirando por un par de segundos, para ser sincera me daba un poco de miedo.

Parece que "mi esposo" se fijó en que estaba mirando al chófer a lo que reaccionó de manera inmediata.

–¿Que miras?–dice poniendome a prueba, no creía que fuera capaz de responderle.

Y sí, tenía razón, no soy capaz, no solo por mí, no quiero imaginar lo que le pueda hacer al pobre que no tiene culpa de nada.

–No estaba mirando nada–digo lo más seca posible.

–Ya.....¿Y ahora te tengo que creer?–dijo irónicamente.

–Cree lo que te dé la gana, voy al auto– me dispongo a entrar cuando cierra la puerta de golpe, si no llega a ser que me moví rápido, me quedo sin mano.

–¿Que te dije en la boda?–Dice y me quedo callada por miedo.

Estaba aterrorizada, sus ojos, su rostro enrojecido, parecía que en cualquier momento estallaría.

–¿¡Que coño te dije en la boda Mirelle?– Tenía miedo pero contesté con un hilillo de voz que apenas y pudo escuchar .

–Que, que te hiciera caso en todo...–digo y casi me hecho a llorar, cuando me abre la puerta estaba mucho más calmado, no entiendo esos cambios de humor suyos, ese nivel de bipolaridad .

Todo el camino transcurrió en silencio, no me atrevía a decir palabra alguna, el chófer hiba encogido de hombros, supongo que tiene miedo de lo que sea que le hiciera ese monstruo que decidí tener por marido.

En la llegada no se porqué no tuve el coraje de pedirle que me ayudara a bajar, cosa que luego hizo por propia voluntad.

Bajamos y habían unas cabañas preciosas, parecían sacadas de libros de cuentos, y al frente una vista impresionante, el mar se perdía en el horizonte, tupido por una neblina que se veía a lo lejos.

Froté mis ojos un par de veces, no creía que ese lugar fuese real, pero sí, definitivamente hiba a pasar tres días en el cuento de hadas que toda chica querría .

–¿Te gustan las vistas?–dice y esas palabras a mis ojos rompieron en mil pedazos el impresionante panorama que tenía en frente.

–S-si–Digo temblorosa en una guerra conmigo misma, no quería hablarle, no a él.

–Es el lugar donde toda mujer querría estar....–dice con las manos en sus bolsillos contemplando las olas chocar con la orilla y desvaneciendo para siempre.

¿Cómo hace para adivinar lo que pienso?A veces creo que es un robot mal programado.

–Si, es un bonito lugar–digo por miedo y a la vez, por educación

Solo se da la vuelta y camina en sentido contrario a donde estaba yo, supongo que iría a la cabaña a descansar .

Yo solo me senté en una piedra muy grande y raramente plana, a deleitarme con las vistas.

En la noche, trajo pescado, no sé de dónde lo sacó pero se veía muy bueno, pero como yo soy muy orgullosa y estaba enojada con él....

–No gracias, no tengo hambre–dije y solo tomó un pedazo y lo acercó hacia mí para que comiera ¿No me escuchó?

Parece que no, pero en realidad si tenía hambre así que lo comí, estaba delicioso.

A la madrugada, no podía dormir, aparte de que estaba en la misma cama que él, en ese lugar había demasiado silencio, así que decidí salir a tomar el aire .

La luz de la luna iluminaba todo aquello que alcanzaba a tocar, el cielo estaba completamente estrellado, pareciera que jugarán entre ellas, no se veía ni una sola nube que manchara ese tapiz de estrellas .

Ningún otro sitio que halla visto, siquiera por foto, opacaba a este.

Esa paz interior que sentía se desvaneció al escuchar un jaleo proveniente de la cabaña donde se hospedaba el chófer.

Cuando estaba llegando escuchaba cosas cómo "Donde la metiste", "No sabes que es la mujer del jefe", "maldito desagradecido" era Marck, le estaba pegado al hombre de traje negro.

Entró de golpe a tratar de parar todo aquello.

–¡Marck basta!–digo y deja al hombre el cual tenía la nariz rota y le sangraba un labio.

–¡Que hacías con este!–Dice de mal carácter como de costumbre.

–Yo nada, estaba sentada fuera, contemplando el lugar, no puedo dormir con tanto silencio– dice y se va conmigo a la otra habitación sin siquiera pedir perdí a ese pobre hombre.

–Déjame que lo cure– le digo casi en una súplica

–Dejalo es un imbécil–dice y no comprendo su actitud pero solo asiento y nos vamos a dormir, yo no pegué ojo en lo que quedaba de noche.

A la mañana siguiente despierto y ya no estaba ahí ¿Que coño? Donde se metió ahora .

Salgo y me lo encuentro como a doscientos metros de mí abajo nadando en la playa, es tan lindo, que pena que esté loco.

____________________________________
Opiniones por favor?

(En multimedia la playa, el cielo, el recinto en general)

RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora