Austin, Texas, Estados Unidos. Junio del 2015

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- Bucky, no- dijo Sam.

- Bucky es un adulto que puede ir a donde quiera - respondió Bucky.

Bucky le iba a causar una hernia a Sam. Iba a morir de estrés y todo sería culpa de Bucky. Fue como la culebrilla causada por el estrés durante el último año universitario de nuevo. No necesitaba esto en su vida.

- ¿Por qué diablos elegiste Austin? - siseó Sam.

-Quería ver los murciélagos- dijo Bucky como un jodido turista - escuché que las mamás murciélago dan a luz a sus bebés alrededor de junio. ¿Crees que hay recorridos que señalan eso? No el parto. Me refiero a los bebés murciélagos. Los cachorros. Además, escuché que el tubing es divertido.

Sam sabía vagamente algo sobre murciélagos aquí. ¿Algo sobre un puente? ¿Alrededor del atardecer? Fue entonces cuando se dio cuenta de que Bucky y él, de nuevo, estaban en un puto puente. Congress Avenue Bridge, cubierto sobre el lago Lady Bird, el sol apenas en el cielo, la puesta de sol profunda, tonos vibrantes debido a la contaminación de una ciudad moderna. Y no era como si Sam no hubiera escuchado algunas cosas aquí y allá mientras caminaba hacia Bucky, listo para darle al idiota una parte de su mente. Y ahora Sam ni siquiera podía ver el maldito sol, sus rayos apenas coloreaban el cielo mientras la noche lentamente comenzaba a deslizarse sobre ambos.

Él no se anotó a los murciélagos.

Sam se estremeció cuando el sonido de miles de aletas carnosas se escuchó justo por debajo de él. Tropezó con Bucky mientras observaba los retorcidos patrones aéreos de una nube de murciélagos que se elevaba hacia el cielo. Se quedó boquiabierto de horror ante el creciente número que brotaban justo debajo de ellos, su respuesta de lucha o huida le decía que se fuera lo más rápido físicamente posible.

- Oh, wow, eso es un espectáculo digno de ver- dijo Bucky con leve fascinación, y sí, eso no hizo que Sam viera a las ratas del cielo ascender para cumplir con sus oscuros deberes que valieran la pena.

- Es un espectáculo que nadie debería ver- respondió Sam, alejando a Bucky del puente de la muerte mientras más de las horribles criaturas salían -No nos quedaremos a ver esto.

Bucky maniobró rápidamente para que la mano de Sam no estuviera en su muñeca, sino que la agarró firmemente con su propia mano enguantada, tirando de él hacia el puente. Antes de que pudiera protestar, Bucky dijo - El siguiente lugar al que debemos ir está al otro lado. Sólo cierra los ojos. Te tengo.

Sam quería dejar de moverse. Quería hablar y preguntarle a Bucky si podían encontrar un puente diferente para cruzar que tuviera menos murciélagos saliendo por debajo. Pero su cuerpo no parecía estar de acuerdo con él, porque hizo lo que dijo Bucky y cerró los ojos cuando los dirigió por el puente. Con su mano demasiado caliente que debe estar sudada como el infierno bajo una capa de guantes con este calor. Y se preguntó cómo sería si no hubiera esa capa de cuero entre él y Bucky, cómo se sentiría la mano callosa de Bucky si solo estuvieran... tomados de la mano.

Y tuvo que detener ese hilo de pensamientos. Ponerlo en una caja. Poner esa caja en una habitación trasera en su palacio mental porque no había forma de que Bucky estuviera listo para lidiar con todo lo que conlleva ser él mismo, y mucho menos... No. Sam no iba a pensar en eso.

Era tan bueno en no pensar en eso que ni siquiera se dio cuenta cuando Bucky dejó de caminar, chocando con él una vez más. Sam miró a Bucky, viendo una irritante cantidad de alegría en sus ojos. Estaba medio decidido a soltar la estúpida mano demasiado caliente del súper soldado. Lo miró con enojo ante esa diversión. Bucky levantó la otra mano a modo de disculpa.

- Puedes abrir los ojos ahora - dijo Bucky, un poco tarde - era lo que iba a decir antes de que chocaras conmigo, pero realmente no me diste una oportunidad.

En Búsqueda de Bucky (WinterFalcon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora