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Paseaba por su habitación con una copa de vino en su mano, no tenía nada más interesante que hacer que ver el mar desde su ventana
Un golpe se escuchó en la puerta, se acercó a esta y la abrió sin más, del otro lado Jon la veía avergonzado, se quedaron así unos segundos hasta que Freya abrió totalmente la puerta dejando pasar
Después de que lo haya echo cerro la puerta dejándolos en un silencio, Freya se acercó a el y comenzó a desvestirlo con lentitud mirándolo a los ojos, el con delicadeza desabrochó el abrigo de la peliblanca para luego sacarse lo
Puso su mano derecha en la mejilla de ella para sentarse en sus ojos violetas azulados y besarla, cuánto había extrañado besarla
Ya no sabían quién besaba a quien solo disfrutaban el momento, ella tiernamente beso su barbilla, el en cambio la cargo a la cama besando su cuerpo con rápidez, frenando sus impulsos par a buscar el rostro de ella quien le respondió con un beso y una caricia que termino en un jalón leve de su cabello
Ella usó el peso de el para posicionarse arriba, al lobo no le importaba domar al dragón, solo quería que ambos disfrutaran, ninguno quiso arruinar el momento con palabra alguna, solo tenían la necesidad de estar juntos, como el mero impulso que nos diferencia de los animales, Jon se sentó para estar más cerca de ella y volver a controlar los movimientos, sus respiraciones se mezclaban mientras sus ojos se comunicaban hasta que Jon sintió como la llenaba con su semilla, suspirando, empezando a caer en cuánta de todo lo que había pasado de forma inesperada, mirándose de nuevo, sonrojados volvieron a besarse para acostarse, Jon paso uno de sus brazos por la espalda de la platinada y beso su frente mientras Freya abrazaba su torso
— creo que te amo— le susurro antes de caer dormida dejando a el pelinegro sorprendido
[...]
Ella nunca se ira
Despertó agitada con sudor corriendo por su cuerpo, volteo la cara y vio a Jon durmiendo tranquilamente, agarro una bata negra y se la colocó atandosela en la cintura para salir de la habitación, camino por los solitarios pasillos oscuros que en su sueño había recorrido, solo que ahora estaban sin su sangre
Llego a la sala del trono, siguió asta adentrarse a la siguiente habitación, la de reuniones, llovía torrencialmente y gotas de agua caían dentro, se acercó a la ventana mientras tarareaba la canción
High in the halls of the kings who are gone
Jenny would dance with her ghosts
Se dio la vuelta y se exalto al ver a la misma mujer sentada en la punta de la mesa
—¿Que quieres de mí?— pregunto Freya acercándose cuidadosamente
— no me quiero ir— su voz sonaba melancólica y sus manos temblaban al apoyarlas en la mesa
