Capítulo 2. Es Invierno

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Han transcurrido siete meses. La asistencia médica que he recibido me ha ayudado a mejorar. Mis ojos han vuelto a ser los de antes, de igual forma me cuesta mucho, no obstante, al fin puedo hablar. Mi accionar es inhábil, aun así, es cuestión de tiempo y práctica.

— ¿Estás lista, Rosie? – Alexander estira su brazo para que yo lo cruce con él.

— Sí, Alex.

Acepto su gesto y partimos. El frío es abrazador. Salimos del área de la clínica a la zona residencial en su automóvil descuidado. ¿El paisaje en esta época del año siempre ha sido tan deslumbrante? Las personas caminan con sus elegantes abrigos y sus cafés. Algunos pasean a sus mascotas y otras con sus hijos. Los colores fríos causan cierta nostalgia, como en un sueño. Es difícil explicar las emociones que evoca este clima. Me aprieta el corazón y al mismo tiempo me reconforta.

— Es invierno, tu estación favorita.

Suena en la radio una melodía suave. Permanecemos en silencio y atesoramos la calma del momento.

— ¡Te compré un nuevo celular!

— No tenías que molestarte, uno usado me hubiera hecho feliz también.

— Mientras sonrías, el precio es lo de menos. Además, trabajo para algo.

— No tienes remedio, Alex.

Tomo el objeto de color blanco, lo coloco en mi regazo y suspiro.

— ¿Cómo me sucedió esto?

Hace un ruido fingiendo desentendimiento. Quizá toque un nervio, pero debo saberlo. Estos siete meses he ansiado saber la respuesta de mi situación.

— ¿Cómo entré en estado de Coma?

Hesita antes de responder.

— Estuvimos involucrados en un accidente de auto.

Una imagen me atraviesa como un flash. Aquel instante no estábamos solos, recuerdo que reíamos en una van con un grupo de gente. ¿Amigos? ¡Sí, eran amigos! De ahí de pronto, apareció un carro dirigiéndose a nosotros a gran velocidad. Distingo en mis memorias la luz de sus faros intensos acercándose y de ahí, silencio y olor a quemado. 

— ¿¡Los demás están bien!? – pregunto en un reflejo. - ¿¡Qué pasó con los demás!?

Permanece en silencio. Eso me pone ansiosa. Suficiente como para querer insistir. Pasa un minuto que se hace eterno. Escucho mis latidos más fuertes que la bulla de la calle. Entonces, decido insistir.

— Alexander.

Su voz tiembla mientras responde:

— Están muertos, Rosie, todos fallecieron ese día... 

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2023 ⏰

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