capricho demencial - kiho monsta x

18

la casa estaba en silencio. no era ese silencio de dos personas conviviendo en paz, o manteniendo la boca cerrada. era ese tipo de silencio que a kihyun le irritaba al punto de sentirse presionado a tomar decisiones que muy en el fondo sabía que no estaba listo para tomar.
estaba solo, en la casa de su novio a punto de cometer un gran error. o bueno, tal vez no era para tanto, pero estaba seguro de que cosas buenas de eso no saldrían. y pensaba, ¿para qué hacerlo si de todos modos voy a arrepentirme?

y una respuesta a ello, no tenía.

podía especular. hipotéticamente hablando, le gustaba que las cosas le salieran mal. otra opción era que disfrutaba de los frutos que brotaban del aprendizaje de sus errores. o también, la ansiedad le comía el cerebro y ya no podía quedarse quieto sin hacer nada.

posiblemente la tercera era la más acertada.

a veces le costaba tanto pero tanto afrontar sus problemas. y otras simplemente actuaba como si de por medio nada fuese a suceder, como si ya no tuviera suficientes conflictos internos y externos como para sumarle uno más. el frasco ya estaba casi lleno y cada día le emocionaba más saber qué caramelo lo haría explotar y cómo lo haría.

leyó y leyó una y otra vez el mensaje de jaehyun, sin leerlo del todo, sin comprenderlo porque sabía que si lo comprendía no iba a poder soportar los nervios que le hacían temblar los dedos. se preguntaba qué tan mala persona había sido en el pasado (no muy lejano) como para que reencontrarse con personas de éste fuera tan complicado. y no es que se hubiera olvidado de su relación con jaehyun, para nada, sólo que elegía no revivirlo.

jaehyun:
no sé si tener una charla como tal sea la palabra. pero sé que tu también sabes las gilipolleces que te haz mandado conmigo y esas cosas no se curan hablando, kiki

a la quinta leída pudo entenderlo. y bufó enojado.
¿para qué venía insistiendo en verlo si al final no quería hablar con él? ¿acaso eso tenía sentido? ¿molerse a golpes para curar sus heridas? kihyun rió, casi como un loco recién escapado de un psiquiátrico. él también había salido herido, y de eso nadie se había preocupado, mucho menos jaehyun que solo pensaba (y piensa) en su propio dolor como el egoísta y ególatra que siempre fue.

buscó en sus bolsillos dinero, contando los pocos billetes arrugados que tenía para ver si le alcanzaban para tomar el metro hacia algún lugar alejado en donde pudieran verse sin temor a que hoseok los encontrara casualmente. ni hoseok, ni hyungwon o minhyuk.

tenía para la ida, a la vuelta simplemente podría caminar, si es que volvía. no era por pesimista o por pensar lo peor, pero sabía que un par de golpes iba a comerse. desde la vez que lo vio en el bar lo supo y lo aceptaba, finalmente se lo merecía. aunque jaehyun no se quedaba atrás, por supuesto.

luego de escribirle el lugar, con muchísimo pesar se levantó de la cama. se planteó repetidas veces la idea de dejarlo plantado, de no salir de allí y esperar a que hoseok volviera para que durmieran abrazados esa noche, como si su simple presencia hiciera que los problemas desaparezcan. pero no ir implicaría más rencor, más enojo por parte de jaehyun y no quería sumar un motivo más a su larga lista de razones para ser asesinado a golpes.

en el metro, la pierna no paraba de subir y bajar, presa de la ansiedad. ¿qué pasaría si alguno de sus amigos se enteraba? peor, si se enteraban y le contaban a hoseok. sería terrible, probablemente. porque más allá de que tendría que dar explicaciones, sabía que su novio además de ser extremadamente sensible y llorón, también podía mandar a volar a jaehyun de un solo golpe. y por más que la idea era muy agradable al pensar, no era lo que estaba buscando ni lo que era correcto. sin embargo, era más posible que si sus amigos se enteraban, ellos mismos fueran a molerlo a golpes y luego irían con el chisme a su novio si es que no lo presionaban para que él solito se lo contara.