Epílogo

93 4 6
                                    

5 años después
Hoy es cumpleaños número 5 de mi pequeña Margaret así que siguiendo la tradición de acudir a visitar a su padre en los momentos señalados estamos las dos sentadas en un banco al lado del árbol el cual plantamos sobre sus cenizas.
Noah nos dejo el mismo día en el que Margaret vino a este mundo, su corazón no pudo aguantar más y una vez vio que su hija estaba sana y salva se apagó por completo.
Yo:Bueno N mi querido infinito se que nos estás escuchando allá en las estrellas así que te explico un poco el plan que tenemos para esta tarde, ¿prefieres explicarle tú a papá lo que vamos a hacer Maggie?
La pequeña niña castaña de ojos azules como el mar asiente entusiasmada en mi regazo mientras empieza a explicarle con pelos y señales a su padre la fiesta que vamos a montar para celebrar su cumpleaños.
Miro el reloj y me doy cuenta de que llevamos ya dos horas hablando con N así que será mejor que nos pongamos en marcha, tengo que preparar todo lo de la fiesta y arreglar un poco la casa antes de que lleguen los invitados.
Yo:Adiós mi infinito, volveremos pronto
Margaret:Adiós papá *le lanza un beso al árbol*
Agarro la pequeña mano de mi hija con la mía y emprendemos el camino de vuelta hacia el coche, él cual está en el aparcamiento del cementerio donde residen las cenizas de Noah, se que puede parecer extraño eso de hablar con un árbol pero no quería que mi hija creciera sin tener nada que le recordara a su padre así que se me ocurrió que sería buena idea plantar un árbol que siempre estuviera ahí para cuando ella necesitara o extrañara a su padre.
Conduzco hasta la urbanización de casas donde tenemos nuestro hogar, es una casa dúplex con un inmenso jardín que pudimos comprar gracias a la herencia que nos dejó N, también compré un coche y pude terminar mis estudios a día de hoy trabajo en un museo como historiadora.
Maggie:Mamá, ¿A papá le habría gustado la tarta de chocolate que hemos comprado?
Sonrió al recordar la nota adhesiva en la que le confesé a mi marido que odiaba el helado de chocolate, más adelante él me confesó que era su sabor de helado favorito.
Yo:Seguro que si, a tu papá le encantaba el chocolate
Maggie:Pues seguro que me gusta el chocolate por él *dice mientras vamos hacia el porche de la casa*
Sophie:Seguro que si porque a tu mamá el chocolate no le gusta nada
Una embarazada Sophie aparece a través de la puerta cargada con varias cajas de decoraciones, a pesar de que le dije a mi mejor amiga que no hacía falta que me ayudara con la fiesta sabía que iba a presentarse de todos modos aún estando de seis meses.
Yo:¿Donde está tu marido el musculoso?, necesito que me ayude con unas cajas del maletero
Biel:Creo que alguien está reclamando mi presencia
Mi hija al escuchar la voz de su *Tío Bi-Bi* emerger desde el garaje se apresura en soltar mi mano y salir corriendo hacia él, Biel eleva a mi hija en sus brazos mientras la hace girar regalándonos una bonita risa de mi pequeña.
Sophie:¿Venís de ver a N?
Asiento mientras entro al recibidor de la casa, las paredes son de madera clara y están repletas de cuadros que he pintado yo o que he ido comprando en los viajes que Margaret y yo solemos hacer todos los veranos por mi trabajo, mi favorito es el dibujo que hice del bosque con la cascada está encima de la chimenea del salón junto a las fotos de la boda y la del día del nacimiento de Margaret.
Nos dirigimos hacia la cocina donde nos espera Gabriella con el pelo recogido en un moño mal hecho mientras hornea unas galletas, Gaby está estudiando para ser repostera y la verdad es que se le da muy bien y yo no opongo resistencia cuando insiste en que seamos sus conejillos de indias y probemos sus elaboraciones.
Gaby:Hola chicas, las galletas con chips de chocolate ya están ahora estoy haciendo unas de vainilla para ti cuñadita
A pesar de que N ya no está yo sigo sintiendo que Gabriella es mi cuñada, para mi voy a ser la mujer de Noah Harris hasta el día en el que muera porque aunque el cura dijo eso de hasta que la muerte os separe no tuvo en cuenta que nosotros teníamos otro trato, un trato que decía que íbamos a estar juntos todo un infinito y por ahora el nuestro va a cumplir tan solo cinco años.
Yo:¿Te he dicho alguna vez que te quiero?
Gaby:No lo suficiente *le beso la mejilla*
Se aproxima la hora de la fiesta así que entre las tres decoramos el salón y preparamos la gran mesa llena de comida que nos a proporcionado el catering de la cafetería de Jared y Allie, si al final mi mejor amigo a terminado por comprarse una cafetería.
Suena el timbre y dejo que Biel vaya ya que yo estoy demasiado ocupada colocando los regalos son bastantes ya que mi hija es la niña mimada de sus tíos, a pesar de que les dije que solo un regalo por persona no me hicieron demasiado caso sólo Sophie y Biel ya reúnen cinco regalos.
Jared:¿Donde está la princesita de su *Tío Jar*?
Escucho un grito agudo procedente de mi hija la cual se cuelga del cuello de su tío como si fuera un mono, Allie se acerca a mi con el pequeño Liam en brazos.
Yo:Vaya que grande está ya mi sobrinito
Liam tiene un año recién cumplido y es uno de los bebés más bonitos que he visto en mi vida, tiene los ojos miel de su padre y el mismo color de pelo que su madre haciéndolo parecer un querubín con sus rizos, le acaricio la mejilla y luego le deposito un beso en su diminuta frente.
Yo:Ya no recuerdo cómo era tener un bebé así de pequeño
Allie:Aggie hablas como mi abuela, eres joven puedes darle un hermanito o hermanita a Margaret
Sé que mi amiga dice ese comentario sin maldad pero a mi me duele ya que yo querría tener más hijos por mi tendría un equipo de fútbol completo pero por cosas del destino el hombre con los que me gustaría tenerlos tuvo que marcharse a las estrellas. Jared siempre me dice que debería intentar rehacer mi vida pero yo siempre le digo que yo ya tuve mi gran amor, yo encontré a mi media naranja, a mi infinito.
Estamos apunto de soplar las velas cuando aparecen mamá y una adolescente Mia la cual ahora lleva su melena rubia natural tintada de rosa y con ellas aparece Samuel el nuevo novio de mamá, ella a podido rehacer su vida y me alegro mucho por ello.
Maggie:Mami es hora de pedir mi deseo 
Mirando a mi hija soplar las velas me doy cuenta de que yo a pesar de haber perdido a mi gran amor todavía lo tengo en mi vida tan solo tengo que mirar a los ojos de mi pequeña para verlo.
Yo Agatha Harris Jones me declaro la mujer más afortunada del mundo por haber encontrado a mi infinito y por haber creado este infinito juntos.

Un infinito juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora