Música del capítulo: "The night we met - Lord Huron"
*-*
Tras el descubrimiento de los escritos en las paredes y el extraño sonido que todos escucharon, el ambiente cambia. El ambiente se vuelve más inquieto a cada paso que dan. Lan Wangji se da cuenta de que los adolescentes están asustados, aunque se esfuerzan por no dejarlo ver. Empieza a arrepentirse de haberles dejado venir.
"Nunca habíamos llegado tan lejos", susurra A-Ling.
"Es por los cultivadores", supone Jingyi.
Lan Wangji no está seguro de que su poder les permita ver el verdadero núcleo del lugar que permanece oculto para los demás. Lo cierto es que no tuvieron que detenerse ni una sola vez a pensar qué camino tomar. Es como si algo los atrajera y tratara de mantenerlos fuera al mismo tiempo.
Mira a Mo Xuanyu. Él debe sentir lo mismo. Está marchando, pero sus movimientos carecen de la vivacidad habitual. Es como una marioneta movida por un hilo. Su rostro está enfermizamente pálido pero sus ojos son salvajes y errantes. Lan Wangji se da cuenta de que se lleva la flauta a los labios varias veces, pero no toca ni una sola nota.
Incluso Lan Wangji se siente más agitado y cansado. Mantener su luz brillante le cuesta cada vez más esfuerzo. También le cuesta respirar, como si la oscuridad le obstruyera los pulmones.
Las celdas que encuentran son diferentes a las anteriores. Parecen haber sido desalojadas hace unos instantes, como si sus ocupantes fueran a volver en cualquier momento.
Entran en una habitación tras otra, hacen una foto y siguen adelante. Dos habitaciones hacen que se detengan.
La primera es una sala de exámenes.
A-Ling oculta su rostro y Jingyi maldice en voz alta cuando ven que el equipo sigue ordenado en las estanterías.
"Por favor, no dejen que un fantasma nos haga una lobotomía", susurra Zizhen, con los ojos puestos en la sólida silla que hay en el centro de la habitación con correas de cuero sujetas a sus reposabrazos.
"Vámonos", dice Mo Xuanyu.
Es la primera palabra que sale de su boca desde hace tiempo. Lan Wangji apenas reconoce su voz; es tan fría que le produce un escalofrío.
La segunda es un almacén. Ahí no hay nada más que las ratas que salen disparadas por la puerta en cuanto la abren, chillando con fuerza y haciendo saltar a los adolescentes.
Por un momento, los pasillos que eran silenciosos como una tumba se llenan de sonido. Se oye el estruendo de decenas de patas de rata y los gritos y chillidos asustados de los adolescentes, pero eso no es todo. Lan Wangji oye otras voces que vienen de lejos, como si los reclusos hubieran vuelto a sus celdas.
Todo desaparece tan repentinamente como empezó. El silencio que sigue se siente pesado, como si el edificio contuviera la respiración.
Lan Wangji se sorprende a sí mismo buscando su espada. Apoyar la mano en la empuñadura lo reconforta, aunque sospecha que si algo está a punto de atacarlos, no será el tipo de cosa que pueda ser derrotada por una espada.
Avanzan pasando otras puertas, otras celdas, cuando el pasillo se acaba de repente. Es la primera vez que llegan a un callejón sin salida. La puerta que tienen delante es diferente, aunque Lan Wangji no puede explicar cómo.
Antes de que pueda detenerlo, Sizhui se acerca al picaporte, como lo hizo muchas veces antes.
Esta vez sisea de dolor y salta hacia atrás de la puerta, acunando su mano contra el pecho.
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Treinta y tres Latigazos
FanficYiling Laozu está muerto. Lleva muerto más de mil años. Durante más de mil años Lan Wangji vaga solo por el mundo, ayudando donde se necesita. Es cuando conoce a un misterioso cultivador y una extraña maldición empieza a atormentar su cuerpo que hac...