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Sus labios se atacaron con fiereza, con necesidad y aliviando la tensión que en ese momento se había creado entre los dos. Ninguno se quejó, mucho menos se alejó del otro. Las manos del mas bajo viajaron hasta la nuca ajena para poder atraerlo a el e intensificar su roce de belfos y es que en ese momento ya no importaba de quien se trataba... o si, tal vez si. Realmente ya no se entendía a si mismo, pero tampoco quería detenerse a pensar en ello. Ya estaba pasando y no iba a parar, por supuesto que no.
Las manos de San apresaron su cintura y sus dedos se hundieron en esta causando que el castaño suspirara sobre sus labios. Fue subido al escritorio que tenía detrás y sus piernas rodearon las caderas ajenas sin dudarlo. Los labios de San eran suaves y asimismo adictivos, y las ganas de este de besar al menor eran insaciables al parecer pues no tenía deseos de alejarse de estos. No importaba cuantos minutos habían pasado desde que entraron antes al cuarto.
Las manos del mas alto se metieron por debajo de su camiseta, acariciando su suave y delicada piel, trazando figuras en su cintura e intentando obtener toda la cercanía posible. Los dedos del más bajo tiraron de los cabellos contrarios con insistencia mientras sus labios se peleaban entre ellos, en un intento de ver quien dominaba al otro primero pero Wooyoung se veía incapaz de ganar, pues se estaba volviendo loco ante los movimientos ajenos y la lengua que ahora se rozaba contra la suya, haciéndose paso en el interior de su boca.
Wooyoung gimió contra sus labios cuando sus muslos fueron sujetados con fuerza y así mismo acariciados con necesidad. Sus dedos bajaron por toda su ancha espalda hasta entrometerse por su prenda superior, acariciando su espalda y rasguñando esta con suavidad, hasta permitiéndose rozar su marcado torso que lograba antes percibir en los entrenamientos a los que Yeosang lo arrastraba.
La habitación se sentía caliente, así como el ambiente pesado y caluroso. Hasta la música dejó de escucharse para ambos cuando su juego comenzó.
Chilló suavemente cuando su cuerpo fue cargado por los fuertes brazos ajenos que lo llevaron hasta la cama, lanzándolo en la misma y despegando sus labios por primera vez desde que comenzaron a besarse. Los belfos del mas bajo estaban hinchados, su brillo se habían corrido, pero San encontró esto terriblemente caliente porque había sido el causante de todo ello. Respiraron agitadamente antes de volver a acercarse y besarse, pero Wooyoung fue más rápido a la hora de quitarle antes la camiseta al mas alto, sintiendo que iba a babear al mirarlo con el torso al descubierto.
Pero Choi no se quedó atrás pues también lo despojó de su prenda superior antes de meterse entre sus piernas, acariciando su cintura antes de atacar sus labios con dominancia, gruñendo con satisfacción cuando el mas bajo acabó sumiso ante sus tactos y roces unidos. Apretó sus muslos a su gusto, descubriendo que había estado queriendo hacerlo desde hace tiempo. Wooyoung gimió ahogadamente, arrojando su cabeza hacia atrás ante la sensibilidad en su piel descubierta al ser esta tocada sin descanso.
Choi aprovechó aquello para atacar ahora su cuello, besándolo húmeda y suciamente, repartiendo mordidas que no tardaban mucho en pintar su piel. Wooyoung jadeó llevando sus dedos a la espalda ajena, trazando la misma con sus pequeñas uñas sin llegar a hacerle daño, mucho menos marcas notorias. Cuando su piel fue chupada con fuerza, su cuerpo se arqueó y sus caderas se alzaron con levedad, provocando que sus miembros se rozaran.
—Mírate, luciendo como toda una puta descarada para mí — Susurró Choi bajo con su aliento chocando contra su oído.
Wooyoung jadeó derritiéndose por las palabras ajenas cuando estas le enviaron olas de calor a todo su cuerpo.
—Juega conmigo... — Pidió de forma juguetona a la vez que bajaba su mano hasta la entrepierna de Choi para comenzar a acariciarla en un intento de molestarlo. Comenzaba a encontrar a los gruñidos y jadeos de San como lo mas caliente que sus oídos podían escuchar.
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OPPOSITES Ꮺ sanwoo +18 ✓
Romance𓂃꙳⋆ wooyoung y san son conocidos como los verdaderos polos puestos. ellos no se odian porque vamos, odiar a alguien es un sentimiento fuerte y están seguro de que no tienen de estos, pero no se soportan y saben que si hablan solo van a dis...