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Viernes.

Hay dos cosas en este día; una buena, y una mala. Y Wooyoung estaba seguro de que en ese momento solamente deseaba pensar en la buena y tratar de que la mala no se adueñara de toda su cabeza apenas pisó la institución. La fiesta de Yang Jeongin lo tenía con altas expectativas de ese fin de semana y no mentía cuando le dijo a Seonghwa ayer que necesitaba una buena dosis de alcohol en su cuerpo para poder recompensar todo lo ocurrido en la semana, y lo exhausto que la misma lo había dejado. No deseaba ni imaginarse como viviría cuando ingresara a la universidad.

Peinó sus cabellos revoltosos en el baño antes de partir para su clase, la cual lo tenía tan nervioso de cierta forma. Intentó relajar sus músculos tronando un par de estos, como los de su cuello, dedos y brazos, todo antes de que sus pies lo adentraran en el salón de clases. Escuchó la peculiar voz de San y Juyeon en el aula, pero evitó verlos y solamente se sentó en su lugar de todos los días. El profesor Kim no tardó demasiado en hacer su acto de presencia, arreglando un poco su corbata antes de llamar la atención de sus estudiantes.

—Bueno, pueden colocarse con sus respectivas parejas dichas el día de ayer y así puedo organizarme con cada uno —. Se limitó a decir, dándose la vuelta para así ordenar un par de papeles encima de su escritorio.

Wooyoung respiró profundamente antes de tomar sus cosas y darse la vuelta de a poco, observando como San despejaba su mesa de estudio dejando en evidencia que no planeaba moverse de ahí y es que tenía el mejor lugar de toda la clase, el cual se encontraba en el fondo de todo el salón de clases. Suspiró tomando asiento en la silla que Juyeon antes ocupó, quien se marchó para ir con su compañera de trabajo asignada ayer. En silencio comenzó a poner encima de su mesa todo lo necesario para llevar acabo el dichoso trabajo, mientras el profesor Kim se paseaba por cada grupo otorgándole a estos diferentes temas que debían investigar.

—Wooyoung, San —. Dijo llegando a su puesto finalmente, dejándoles sobre la mesa dos libros que al parecer acabarían por necesitar—. Su tema es el siguiente... —Y se los comenzó a explicar a medida que recomendaba sitios online en los que podían hallar las respuestas a todo lo que necesitaban—. Si necesitan mi ayuda no duden en pedirla, tienen hasta el final de la clase.

El castaño asintió en silencio antes de tomar entre sus manos los dos libros que se les fue dando.

—Bueno... —Empezó a decir—. Tu busca en las paginas web las primeras tres consignas —Le señaló al capitán de fútbol americano—. Y yo lo haré en los libros, las últimas tres consignas, ¿Si? Lo que vayas hallando que sea esencial pégalo en un documento en tu portátil, y lo mío lo escribiré yo luego.

—Sí, jefe —Murmuró con cierta burla en su tonada antes de tomar su portátil y escribir dichas páginas web que antes Kim les indicó .

Wooyoung parpadeó.

— ¿Cómo me dijiste?

—No te dije nada, ¿Escuchas voces, o qué? — Lo miró de reojo con rareza, a lo que él se limitó a hacer un rápido ejercicio de relajamiento y rodar sus ojos, iniciando su lectura e ignorando la presencia ajena.

Comenzó a vagar sus ojos por todas las páginas del libro de Kim, buscando toda la información de esas consignas que se le fueron dadas antes e intentando que esta fuese lo más específica posible ya que eso siempre era algo que daba altas notas y, en efecto los dos la necesitaban, pero mas San claramente aunque a él no le venía mal subir su nueve promedio a un diez.

Era demasiada información que ver y rever pero aún así hizo su mejor intento a la hora de resumirlo antes de tomar con cuidado el portátil ajeno y escribir todo esto en un documento aparte.

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