OPPOSITES Ꮺ sanwoo +18 ✓

𓂃꙳⋆ three

Sábado en la noche, definitivamente su día favorito en su hora favorita.

Sus ojos observaban orgullosos el reflejo que el espejo le otorgaba de sí mismo y, con una resplandeciente sonrisa, deslizó su dedo pulgar por debajo de sus labios para quitar el pequeño rastro de brillo que se había escapado, terminando por asentir conforme con todo lo que se hizo en el rostro —lo cual no es que era tanto, por cierto— y detallando su atuendo con fijeza para confirmar que todo lo que vestía en efecto combinaba a su manera y eso lo dejaban conforme. Él no era de arreglarse demasiado para las fiestas, pues al fin y al cabo la embriaguez y el sudor hacían lo suyo al final de la noche, pero le agradaba darse el gusto de vez en cuando. Como esa.

Felix abandonó el baño —pues su ritual de siempre era que quedaran en casa de Wooyoung para poder ir todos juntos y evitar que alguno se perdiera en la multitud al llegar— con una pequeña sonrisa peculiar, revisando su móvil. Y definitivamente Wooyoung ya sabía a que venía aquella expresión, pues el día anterior su mejor amigo le reveló que su tipo ideal era nadie mas, ni nadie menos que el mismísimo Bang Chan, agregando que comenzó a hablarse con el mismo con otros fines que estaban fuera de la preparatoria.

Bang Chan era realmente atractivo, y digamos que entraba en ese estereotipo de pareja perfecta con material de novio haciendo cualquier cosa, sin importar cuan pequeña fuese.

Wooyoung se sorprendió cuando su amigo le dijo que el inteligente muchacho no se resistió a sus descarados coqueteos, porque si de coquetear se trataba, Felix no tenía pelos en la lengua y decía todo lo que se le pasaba por la cabeza, tal cual venían a esta y sin cambiar nada. Pero, de igual forma tampoco se esperaba menos, porque su mejor amigo era realmente bonito y no dudaba que podía llegar a conquistar a quien quisiera.

— ¿Ya están listos? —Llegó Yeosang, quien había ido a la cocina en busca de algo de comer ya que sabía que, tomando alcohol teniendo el estómago vacío equivalía a que se emborrachara antes y más fácil, y el en ese estado era todo un caso aparte.

Los otros dos asintieron terminando de darle sus últimos toques a su ropa antes de que Felix hablara: —Me quiero hacer una perforación en la lengua, o en el labio.

—Ambas —Dijeron al unísono Yeosang, y Wooyoung sin pensárselo dos veces.

—Eso es todo lo que necesitaba — Asintió el castaño mientras tomaba su chaqueta al ver como sus amigos ya estaban listos para poder largarse finalmente—. Ya vámonos, Yang dice que le enviemos un mensaje cuando estamos fuera porque los de seguridad están en modo idiota. Yeosang bufó—. No entiendo por qué pone seguridad si acaba entrando cualquiera a eso de la madrugada —Dijo tomando las llaves de su auto ya que era a quien le tocaba conducir, y lo mas probable era que ni siquiera acabasen volviendo en este ya que al estar en estado de ebriedad no iban a ser tan huecos de conducir igualmente.

Partieron hacia la fiesta cuando Wooyoung se despidió de su hermana mayor y su madre, quien le deseó suerte a los tres chicos —que prácticamente había adoptado hace años— y pidió que no tomaran demasiado, menos que condujeran borrachos.

El transcurso fue corto, pero Yeosang lo hizo largo ya que disfrutaba inmensamente ir cantado a todo volumen con los otros dos en el asiento trasero, quienes fingían estar en pleno concierto con las ventanas abiertas y causando risas en los autos que pasaban a sus lados.Lee era el único que sabía conducir del todo bien entre los tres. Felix dió su examen y se distrajo con una paloma negra que acabó por hacerlo chocar uno de los conos de práctica que su instructor puso en su camino. Wooyoung por otra parte era un miedoso de primera en ese tipo de cosas, y rechazó las veces que Seulgi quiso enseñarle al menos lo básico por cualquier emergencia.

Pasaron pocos minutos cuando por fin aparcaron en uno de los pocos lugares libres del estacionamiento cercano a casa del dichoso dueño de la fiesta. Caminaron entre medio de quienes iban llegando en lo que Felix le enviaba un mensaje para hacerlos entrar sin que tuvieran problemas con los de seguridad pues los mismos no iban a admitir menores de edad en una fiesta de universitarios, sin embargo, Yang Jeongin sabía como persuadir hasta a quienes el mismo contrataba.