•Hazel•

127 14 3
                                    



Solía ser buena socializando, digo lo hacía todo el tiempo ,con todos, pero desde que mi padre murió hace 1 año, creo que deje de verle el punto , a veces es más fácil estar en tu propio mundo, o, tu propio infierno, y olvidar por un segundo que existe el mundo real... cuando tienes 17 , los químicos en tu cerebro hacen que tomes decisiones que no son muy racionales, ya casi no pienso antes de actuar, solo actuó, y, ¿me he imaginado como seria la vida si yo no estuviera aquí?
Claro, pero no significa que quiera morir, estoy bien, extraño a mi padre,y si, tengo amigos, ya no tantos como antes pero siempre digo que los amigos que se quedan cuando tú estás realmente mal, en realidad son pocos...algunas personas se quedan rotas pero intentar repararse,  otras consiguen enmendarse  y luego hay otras, que simplemente no lo hacen...





<<no puedes elegir quien te hace daño, pero estoy segura que si el me hiciera daño, sería el mayor privilegio de mi vida>>




Estaba llegando a casa después de una sesión de terapia, cuando vi por la ventana del auto un camión de mudanzas, a lado de mi casa, alguien se estaba mudando a la casa de a lado...


—¿Hazel? —dijo mi madre...Samantha Crawford una mujer dedicada y casada con los negocios, no me prestaba mucha atención desde que mi padre murio, se mantuvo ocupada en su compañía...y salía mucho de viaje, casi siempre me quedaba sola en casa...y nunca ha sido un problema para mi, me gusta estar sola, me mantengo ocupada leyendo o viendo televisión...

—¿Hmm? Lo siento, estaba...viendo a los nuevos vecinos —dije jugando con mis manos...

—Si, es un matrimonio con 2 hijos, uno al parecer es de tu edad, me presente con ellos antes de ir por ti...¿como era su apellido? —pensó mi madre —Claro...los Carter, ahora baja por que tengo una reunión importante, regresare en la noche, hay comida en el refrigerador pero te deje dinero para comprar una pizza o algo

—Claro mamá...—conteste secamente

bajando del auto y entrando a mi casa, siempre he sido una persona muy curiosa así que no pude evitar mirar por la ventana a los nuevos vecinos, se veían...felices, al menos el matrimonio, no logre ver a sus 2 hijos, así que subí a mi habitación  y empece a hacer mi tarea, no era muy buena en la escuela, la verdad no me interesaba en lo absoluto,así que tome mi libro favorito y subí a mi azotea,era una azotea propia que conectaba con mi habitación, nadie mas podía entrar si no pasaba por mi habitación antes, eso me tenía tranquila, ahí solía pasar el mayor parte del tiempo, empecé a leer mi libro...ya era tarde, aunque a penas estaba oscureciendo...después lo vi..abriendo las cortinas y después la ventana de su aparente cuarto, era un chico alto cabello azabache y alborotado y notables ojeras aunque nos miramos mutuamente  por unos segundos, fui interrumpida por una notificación en mi teléfono





Alex:Hazel, es hora...te cubro hasta las 11:00 no por más tiempo

Tu: Bien, gracias nos vemos mañana

Alex:No me gusta que hagas esto...pero se que no cambiare tu parecer

Tu:Exacto , no cambiarás mi parecer...sabes que necesito hacer esto

Alex:bien, como sea, ya vete.






Tome mi chaqueta y me puse la capucha, salí por la ventana, y se que se preguntaran, ¿por que por la ventana? Si nadie te está viendo idiota...lo sé, pero me gusta sentir la adrenalina...soy...una adicta a la adrenalina, me hace sentir bien, me hace sentir viva...mi ciudad más bien era un pueblo pequeño, en Pensilvania...detrás de mi casa había un bosque con un pequeño observatorio abandonado...mi padre y yo íbamos ahí cuando era una niña, ahí pasaba la mayoría de las noches cuando mamá no estaba, solía mirar las estrellas..y la hermosa luna, bueno, no solo iba a eso...así que llegue, me senté en el suelo, recargándome en la pared y saque de mi bolsillo una cajetilla de cigarrillos, saque uno y lo encendí.
Si, era un tipo de adicta a la nicotina, adrenalina, cafeína y coca y mi madre lo sabía, pero no hacía mucho al respecto, mas que llevarme a terapia y rehabilitación, no lo sé todo eso me mantenía en calma, me sentía segura.
Después de algunas horas regrese a casa, y de Nuevo subí por la ventana, ahora tenía que hacerlo, mamá ya había llegado a casa...y extrañamente ese chico de a lado estaba en la ventana, observando con un cigarrillo en mano, con la ventana abierta, pero solo observando


—¡Hey!—dijo  el, su voz era fría como si no sintiera nada

—hey...—mencione sin mirarlo.

—Se te cayo, la cajetilla...—dijo el, bajando por su ventana y recibiendo mi cajetilla...

—Gracias...Dije bajando de nuevo y poniendo mi mano para tomar mi cajetilla...

—¿De que? Esta cajetilla es nueva, la mía acaba de acabarse, y se te cayo, así que ya no es de tu propiedad—exclamó con arrogancia el azabache

—¿que?—dije cruzando mis brazos

—que ahora es mía...que amable de tu parte señorita Crawford...

—¿como sabes mi apellido?—dije tratando de mantener la compostura y no entrar en un inminente ataque de ira, ¿les dije que yo no era muy paciente?

—Tu buzón dice "familia Crawford"

—Claro...¿ahora solo puedes darme mi cajetilla?—dije frunciendo el ceño

—Nah...creo que la conservaré...—dijo el alejándose y subiendo de nuevo a su habitación

—¡Idiota! —dije gritando y subiendo de nuevo

—¡JA Gracias! —dijo el mirando por la ventana con una asquerosa sonrisa desafiante...

—Soy Aron Cárter, por cierto...

—Hazel...creo que ya sabes mi apellido



<<y así empezó todo, todo lo qué pasó, se lo debo a una caja de cigarrillos>>

Antes de conocerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora