Ｅｌ ｃｈｉｃｏ ｄｅｌ ｓｕéｔｅｒ．

１６ εїз Ｅｌ ｂｉｅｎ．

El tiempo pasó y una pandemia nos invadió. Dejé de salir y, con eso, dejé de usar el transporte público, convirtiéndose en algo lejano para mí. Cuando necesitaba salir, solía ir en carro con mi novio, mi cuñada o mi hermano. Aunque la pandemia fue una tragedia para muchas personas, ya que muchos perdieron algo o a alguien, incluso arruinó planes, tenía que agradecerle por ayudar a mi mente a recordar y apreciar el pasado, lo que incluía recordar al chico del suéter.

Recordaba las mañanas en las que lo veía, cuando mi único entretenimiento era observarlo a lo lejos y buscarlo entre las calles de la ciudad. Recordaba la ilusión que me provocaba toparme con un simple desconocido y lo que pensaba de él, incluso lo llegué a comparar con personas como Alexis. Era extraño cómo alguien con quien nunca había entablado una conversación podía hacerme tan feliz y convertirse en una de las mejores experiencias en el transporte público.

Aunque al principio no me gustaba la idea de tomar el autobús, gracias a eso conocí a mucha gente, hice amigos y me di la oportunidad de socializar. Vi diferentes rostros, creé varias historias en mi mente gracias a esas personas desconocidas. Fue ahí donde conocí a mi novio, y también estuvo aquel chico que desde el principio despertó mi curiosidad.

Ahora, sin saber cuándo volveré a subir al transporte público ni con quién me encontraré, me pregunto si haré amigos, si conoceré a gente extraordinaria cuando vuelva a subir... Quiero recordar a todas esas personas, incluso a aquellas a las que a veces evito debido a malas experiencias, y a las que saludo por ser buenas personas, entre otras cosas. Por eso, ahora espero con todo mi corazón que aquel chico del suéter esté bien.

Aunque nadie de las personas que me rodean a diario sabe de esto, lo agradezco sinceramente, ya que es algo que viene del fondo de mi corazón. El chico del suéter es como el secreto que toda mujer guarda.

Fin.

En el comienzo de la ruta, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧