En estos momentos no sabría qué decir, ni siquiera sé si el chico está vivo o no, si sigue viviendo en la misma ciudad que yo o no. No recuerdo su voz ni muchos detalles de su rostro; lo único que lo identificaría sería aquel suéter que siempre llevaba, junto con su gorra y mochila. Tal vez también podría reconocerlo por su piel pálida, su cabello completamente negro y su complexión delgada, pero fuera de eso, eso es todo lo que recuerdo. Si alguna vez veo a un chico con esas características, fácilmente podría confundirlo.
En realidad, a pesar de los años y de que nunca le hablé, siempre me pregunto: ¿por qué la vida no es como las historias de amor representadas en películas, series o libros? Porque si fuera así, lo hubiera visto y le hubiera hablado. No lo malinterpreten, ahora razonando lo veo más como alguien simpático, curioso y un poco misterioso, a quien me hubiera gustado ser su amiga y despejar la duda sobre quién era. En mi mente, él era solo un momento de mi vida, un momento que nunca llegué a vivir. ¡Ni siquiera sabía su nombre!
A veces dudo de si era real o no, ya que cada vez vienen a mi memoria nuevos recuerdos de otros momentos en mi vida en los que lo vi. Recuerdo la vez que lo encontré cuando eran las cuatro de la tarde en el transporte público. Yo venía del centro y él también, pero él se sentó frente a mí porque yo estaba acompañado. Estaba en su celular riéndose, viendo Facebook, y lo sé porque podía ver lo que hacía desde mi lugar. Recuerdo eso y otros momentos similares, que a veces me hacen pensar que mi mente creó todo eso para sentirme mejor, ya que también disfrutaba mucho imaginándolo mientras lo observaba. Me imaginaba atreviéndome a hablarle y haciéndolo mi amigo, queriendo saber si él también me encontraba curiosa.
Me quedé con tantas dudas que, al día de hoy, no puedo imaginar un día en el que las resuelva o lo vuelva a ver, ya que esto ocurrió hace tanto tiempo que parece tan lejano. Si lo volviera a ver, esperaría atreverme a hablarle, para hacerlo mi amigo o simplemente verlo una última vez. Quizás ahora sea un excelente arquitecto, ya que en ocasiones su mochila tenía una regla T. Podría haber sido un estudiante universitario cuando lo conocí, y ahora podría ser exitoso en su carrera, pero nunca lo sabré. Quizás por eso ya no usa el transporte público, quizás... quién sabe.
Quizás ese fue el final de los recuerdos con él, el final de la historia del chico del suéter.
Fin.
En el comienzo de la ruta, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧
ESTÁS LEYENDO
El chico del suéter.
Kısa Hikaye¿Será el transporte público, el mejor lugar para enamorarse? ¿Y de un desconocido? Tal vez no lo era, sin embargo, resultaba inevitable para Madelaine dejar de pensar en aquel chico del suéter que la había cautivado. Subida: Miércoles 21 de Julio de...