Con el pasar del tiempo, quizá en el 2015, cuando apenas llevaba un año en el instituto, o tal vez en el 2016, ya cuando me había vuelto más observadora... o podría ser en el 2017... no, ese año fue mi último en el instituto, ese año no podría ser, así que estaba entre el 2015 o 2016. Sí, habían pasado tantos años desde la primera vez que ya no recordaba el momento exacto como lo hacía en ese tiempo que tenía bien grabado el día, la hora, los minutos y hasta podría decir que los segundos, pero eso ya sería una completa mentira. Aun así, el recuerdo estaba vivo y presente en mí, como si lo acabara de vivir o, mejor dicho, como si hubiera sido ayer.
Todavía me recuerdo dentro del transporte público, con mis audífonos puestos y escuchando algo de Daft Punk, creo que era "Something about us", no estaba segura, hacía años que no escuchaba esa música, pues era claro que el periodo en que yo era fanática había pasado hace tanto tiempo que ya no recordaba cuánta música tenía y cuántos álbumes existían, ni muchas de sus canciones, pero bueno, supondré que esa era la canción. Sonaba como una gran melodía, mientras yo estaba perdida viendo el exterior, recargada en la ventana viendo las calles pasar, con mi cara solamente lavada rápidamente, con unos mechones salientes ante mi rápido peinado, mi uniforme un tanto chueco y una calceta más alta que otra. Me miraba pésima, lo sabía, sin embargo, no me importaba, lo importante era llegar a la escuela, no la apariencia. Así que seguí en mi camino, viendo cómo cada cierto tiempo el transporte público se paraba y subía demasiada gente que sentía que poco a poco se iba a quedar sin asientos, y empezaría a haber gente parada en el lugar; eso era común, pues bien, era temprano, aproximadamente entre las 6:00 y las 6:30 a.m., era el horario en que mucha gente iba al trabajo, al instituto, a la universidad, entre otras cosas, a esta hora mucha gente de diversas edades se subía, con diferentes caminos, por eso no era para nada extraño cuando el transporte paraba, sin embargo, aun así, observaba cada rostro que miraba subir. Era como una actividad diaria para descifrar a la persona y su destino, para conocer más de él y hacerme una historia referente a ello. Muchas veces siempre terminaba viendo los mismos rostros, en otras, unos nuevos que nunca volvía a ver, y aquel día lo miré por primera vez.
Mi rostro siempre estaba en la ventana, y cuando el transporte se paraba, mi vista se dirigía a la entrada. Y aquella vez, mi mirada fue confusa, ya que nunca antes nos habíamos parado en ese lugar, era claro que alguien nuevo se subiría, tal vez un rostro que nunca volvería a topármelo, no lo sabía en ese momento, lo único que sabía era que la persona frente a mí me había dejado perpleja. Era un chico medianamente alto, tenía joroba, pero tal vez si se paraba bien chocaría con el techo del lugar, probablemente por eso era su posición de esa manera. Tenía un suéter, cosa curiosa, ya que mi ciudad literalmente era un infierno; tanto en la inseguridad como en la temperatura del lugar, pero él no parecía estar sudando, estaba tranquilo, con su cabello entre castaño oscuro casi negro, su rostro delgado y su tez blanca, aunque no tanto como la mía. Su suéter era negro, tenía una gorra holgada del mismo color y de inmediato buscó con la mirada un asiento, y al no encontrarlo se quedó parado soltando un bufido mirando todo cansado. Parecía que no le gustaba el lugar ni el ambiente, quizás falló su automóvil, pero, ¿trabajará o estudiará? Se miraba mayor que yo. Bueno, aunque siendo sincera, siempre me miraba menor que la gente de mi edad al tener un rostro un tanto infantil, y el suyo era delgado y simplemente, se miraba más grande. No como un anciano o un señor, pero sí alguien que me llevaría tal vez, por lo mucho, cuatro años de edad. Aunque eso significaría que ya era mayor de edad, y yo no. Bien, debería de dejar de verlo por esa razón, pero era inevitable. Quería seguir mirándolo para descubrir más sobre él, sin embargo, no supe nada. No pude percibir nada más, y eso me molestaba.
Estaba estática, quería saber más de él, pero había algo en aquel chico, en aquel chico del suéter que me había atraído, tal vez era algo físico, tal vez algo en él me llamaba, pero era como aquellos chicos de los libros. Era... como lo que yo quería para mí, y por esa razón cuando me tocó bajar del transporte y él se mantuvo dentro, haciéndome quedar con la duda de cuál era su destino, hizo que no me quisiera bajar, pero al final lo hice, esperando volver a verlo una vez más. Quizás era muy tonta en ese tiempo, pero tenía ese recuerdo tan vivo que me hacía feliz recordarlo.
En el comienzo de la ruta, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧
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El chico del suéter.
Historia Corta¿Será el transporte público, el mejor lugar para enamorarse? ¿Y de un desconocido? Tal vez no lo era, sin embargo, resultaba inevitable para Madelaine dejar de pensar en aquel chico del suéter que la había cautivado. Subida: Miércoles 21 de Julio de...