Alessia
Mis ojos no creen lo que ven.
Frente a mí se encuentra la mujer que me dio la vida, su cabello negro cae por su espalda y su cuerpo está envuelto en un traje especial negro.
- ¿Qué estás haciendo mamá?
Ella sonríe perversamente y me alejo lo más posible.
- Matarte, eso es lo que intento hacer.
Mis ojos se llenan de lágrimas y el miedo recorre mi sistema. No puedo creer que esta sea mi madre.
- ¿Por qué? ¿Qué te hice? no lo entiendo, soy tu hija...
Me apunta con su dedo intentando acercarse y retrocedo encima de la cama.
- Me quitaste a Iván.
Mis ojos se agrandan por la sorpresa y la confusión se extiende dentro de mi.
- ¿De qué estás hablando? ¿Qué tienes que ver con él?
Queda a mi lado y extiende su mano.
- Un gusto soy Agata Smirnov, mujer de Iván Vólkov.
Me quedo en blanco y no sé que expresión poner.
- Tú eres Antonella D'angelo ¿De qué mierda hablas?
- Sí, también soy Antonella D'angelo es mi nombre en la sociedad conocida, pero mi verdadero nombre es Agata.
La miro con incredulidad.
- Eres una zorra...
- ¡Cuidado con cómo me hablas pequeña puta!
- ¿Lo quisiste?- me mira confundida- A papá ¡¿LO QUISISTE?!
Me levanto enfurecida y por un instante veo el miedo en sus ojos pero lo oculta.
- Podría decirse que sí y a ti también, pero Iván tuvo que fijarse en ti.
- Eres una mierda, maldita zorra.
Me da una cachetada que me envía al suelo.
- La única zorra eres tú.
- TE ODIO, OJALÁ TE MUERAS ZORRA, ESPERO QUE MI PADRE TE ARRANQUE LOS JODIDOS OJOS.
En eso la puerta se abre bruscamente dándole paso a Iván que viene con una mirada preocupada, la cual cambia a furia cuando me ve en el piso con la mano en mi mejilla.
Mira a mi "madre" con enojo y ella se encoge como un cachorro mojado. La toma del cuello y la estampa a la pared.
- Te advertí que no la tocaras, malditamente te lo dije- le cuesta respirar y su rostro se vuelve rojo por la falta de oxigeno- Vete antes de que te mate, puta de mierda.
La tira al lado de la puerta y ella se arrastra saliendo de la habitación.
Me pego a la pared abrazando mis rodillas mientras tiemblo sin control, debo calmarme por el bebé...
Respiro una y otra vez pensando en los ojos de Francesco y solo así logro volver a la normalidad. Iván me mira con cautela y lo único que hago es levantarme y quedar frente a él.
- Pequeña...- no termina su frase cuando lo interrumpo con una sonora cachetada.
Golpeo su pecho con furia y él no hace nada para detenerme.
- ¡¿Mi madre?! ¡¿Enserio?!
- Princesa...- exploto cuando lo dice.
- NO ME LLAMES ASÍ.
ESTÁS LEYENDO
Aunque Me Olvides
Teen Fiction- Prometes no dejarme nunca ¿verdad?- pregunto con voz suave mirándo sus grandes ojos grises. - Te prometo ser tu luz en las noches oscuras, ser tu protector en los días de batalla y ser quien siempre te amará aún cuando todos te odien, pero sobre t...