Diez: Stigma

98 20 0
                                    

— Geomkki, ¿Quieres ir a acompañar a Sooyoung un rato? — preguntó Heejin, ya llevaba bastante tiempo abrazando a Hyunjin, quién de a ratos lloraba y escondía el rostro sobre su pecho, ambas estaban en la cama de la mayor para tener algo más de pri...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Geomkki, ¿Quieres ir a acompañar a Sooyoung un rato? — preguntó Heejin, ya llevaba bastante tiempo abrazando a Hyunjin, quién de a ratos lloraba y escondía el rostro sobre su pecho, ambas estaban en la cama de la mayor para tener algo más de privacidad, quería que Hyunjin se sintiera mejor, tenía miedo de soltarla y sufrir, por eso se queda allí.

El conejo la miró con duda, Heejin le hizo un mohín, y al final el dorado animal se bajó de la cama y fue hacia afuera de la casa, para acompañar a la pelirroja que estaba también triste y sola, pero Heejin no podría hacer nada para consolarla.

Heejin suspiró de alivio, una vez que el animalito dejó de molestarla y salió de la modesta cabaña de la otra Diosa.

— ¿Te cae mal aquel orejudo? — preguntó Hyunjin, su voz sonaba aún más ronca y grave de lo normal, debido a la tristeza que tenía que calmar, dándole un escalofrío a Heejin.

— No del todo... Algo así— se encogió de hombros—. Sé que Jungeun le ha hecho creer que es mí tutora, le dió el título de "Protectora" y todo... Ella cree que es responsable de mí y no tiene la culpa de que quiera hacer lo que otros le dijeron que debía hacer... Pero yo no soy así, por eso... Chocamos un poco.

— ¿Un conejito quiere mandarte? Patealo lejos, no sé...

— Sí — Heejin rió un poco, Hyunjin pensó que su risa era bonita—. No todo el tiempo, ella es muy cariñosa en realidad y siempre estaba para mí... Me deja que la abrace o duerma con ella, también da besos a veces.

>> Fue mí única compañía mucho tiempo, no quiero dejarla atrás, sé que algún día verá que solo quiero ser feliz... Es algo terca al principio pero me comprende mejor que nadie.

Hyunjin asintió levemente, tomó la mano de la menor para entrelazar sus dedos, para luego apartarse ligeramente y mirarla con otro tipo de dolor en sus oscuros ojos.

— Sé que lo que dijo Sooyoung era algo que no quieres decirme pero... Necesito escucharlo de tí— pidió—. Yo sabía que habías escapado cuando llegaste, dijiste algo como eso pero... No creí que sería tan malo.

Heejin bajó la vista y apretó sus labios, en verdad no quería que Hyunjin se entera de todo y lo odiara, porque quería quedarse allí con ella, abrazarla y cuidarla del dolor... Y sabía que iba a ser imposible si llegaba a arruinarlo.

Se sentía mal, cargaba un estigma que la apartaba de todo, en el Mundo de Arriba, o en el de Abajo... Si estigma era Jungeun y la locura que cargaba alrededor de ella, la misma que hacía que causará dolor a otros Dioses y catástrofes en los humanos, y eso haría que todo se rompiera a su alrededor, no importa en qué lugar de la existencia, siempre se sentiría marcada.

— Yo... Bueno, Jungeun me creo a partir de la flor más bonita del mundo, según lo que dijo... Y eso me hacía la Diosa de Todo lo Bello, tenía mi palacio y una ventana para ver a los humanos y regalarles cosas bonitas... Pero ella no me trataba igual que el resto.

>> Ella decía que yo era suya, que era su creación más hermosa, y como yo era suya... No podía hablar con nadie, no podía hacer nada, y hacía reuniones con los otros Dioses del Mundo de Arriba solo para que yo esté a su lado y me presentara como su Diosa.

>> Y yo me cansé de todo eso... No me interesa estar a su lado, no quiero verla, no quiero que me moleste... Solo quiero ver a los humanos y hacerlos felices, dándoles cosas bonitas y siendo libre.

Hyunjin asintió levemente, llevó su mano libre al rostro de la rubia para que lo alzara, porque no debía sentirse mal si su deseo era puro, y sabía que era así.

Heejin no deseaba el mal a nadie, sabía que su corazón era incapaz de tal cosa.

— Entonces escapé... Sooyoung y Jiwoo me contaron del Mundo de Abajo, y los portales que hay desde el Mundo de los Humanos, me cansé de todo, y así llegué aquí y te conocí.

Vió las estrellas en sus ojos brillar de emoción, recordando su primer encuentro, en aquel eufórico momento de felicidad, libertad, por primera vez en su existencia aquella chica había sonreído de forma honesta y Hyunjin había estado allí para verla y admirarla en el momento más bello de su vida.

— Y cuando nos separamos... — continuó hablando la rubia, un poco más triste—. Encontré a Geomkki, porque ella vino a buscarme... La Creadora dijo que tengo que volver, y ella está... Lastimando a los humanos hasta que yo vuelva.

La expresión de Hyunjin era tan seria e indescifrable que le daba miedo y ganas de llorar.

— P-pero yo no quiero volver ahí — agregó rápidamente, intentando no pensar que Hyunjin estaba enojada para no llorar —. No quiero... Quiero ser libre y ser feliz, y ninguna de esas cosas están si Jungeun está ahí.

>> Por eso pensé que sí venía contigo tú podrías hacer algo por los humanos, para salvarlos.

— No puedo hacer nada por ellos — dijo Hyunjin, su rostro seguía serio y su voz grave la asustó un poco —. No tengo ningún poder sobre ellos, fuí desterrada de todos los dominios de la Diosa Creadora y la Tierra de los Humanos es uno de ellos.

>> Puedo sentir a mis humanos, pero no puedo verlos y no puedo ayudarlos, ni mucho menos salvarlos... Desde que soy una Indeseada mi tarea aquí fue consolar a los humanos después de su muerte; y no puedo hacer nada más.

Heejin bajó la vista y permaneció en silencio, asintió levemente.

— Lo siento — añadió Hyunjin.

— No, no — la rubia se apresuró a negar —. Yo lo siento, yo estoy causando todo esto... Y no quería decirte porque n-no quería que te enojaras conmigo.

—Heekki.

Heejin alzó la vista ante aquel apodo, solo para encontrar a Hyunjin acercándose a su rostro, sus mejillas se encendieron rápidamente mientras la Diosa mayor acariciaba su mejilla, borrando una lágrima que no sabía que había escapado, se sentía tan mal y culpable por tantas cosas, por los humanos, por Hyunjin, por Sooyoung y Jiwoo...

— No podría enojarme contigo— murmuró Hyunjin por lo bajo, Heejin apenas lo pudo escuchar.

La joven Diosa sonrió levemente por las caricias del pulgar de la mayor sobre su sonrosada mejilla.

— Prometo que voy a resolver esto — dijo la menor —. De alguna manera...

— Si alguien puede ayudarte... — murmuró Hyunjin, luego de unos segundos en silencio dónde estuvo pensando bien una respuesta— Esa es Haseul, deberías ir a verla.

>> Ella es todo lo contrario a Jungeun y nunca le haría una pelea, pero la única que puede ir en su contra es ella.

>> Haseul es tan poderosa como Jungeun, o más.

>> Haseul es tan poderosa como Jungeun, o más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Voten, comenten y compartan~~




La Tierra de los Dioses Muertos_(2Jin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora