5 pasos para enamorar a Dean Winchester / Destiel

Capítulo 3

Malos y buenos momentos

Paso N° 2: Pasa tiempo con él

Luego de una mala cacería a Dean le gusta encerarse en su habitación y repetirse una y otra vez todos los errores que cometió, Castiel sabía eso.

Entonces cuando vio a Dean cerrar la puerta con mucha más fuerza de lo necesario, inmediatamente fue a preguntarle a Sam que había pasado.

-Niños, eran dos pequeños hermanos... hicimos todo lo que pudimos, pero no llegamos a tiempo-

Castiel le agradeció por la información y salió de la biblioteca.

Se deslizo por las paredes del Bunker hasta llegar a la puerta del cuarto de Dean y toco tres veces.

-Vete Sam- era apenas un susurro pero el ángel lo puedo escuchar.

-No soy Sam... ¿Puedo entrar?- Castiel pegó su oreja a la puerta, en un intento de escuchar algo.

Casi se cae cuando la puerta se abrió, pero unos fuertes brazos lo sostuvieron con fuerza. Cuando se puedo reincorporar observó con atención el rostro de Dean. Sus ojos estaban rojos y marcas de lágrimas se veían en sus mejillas.

-Hola Dean-

Castiel miró alegremente cuando una pequeña sonrisa se asomó en Dean.

-Hey Cas-

-Escuché lo que paso, pensé que necesitabas un poco compañía-

Recordar el caso hizo que Dean volviera a su estado anterior. Se le partió el corazón al ver como su humano favorito se culpaba. Así que sin pensarlo dos veces, lo abrazó.

Dean estaba demasiado tenso, eso hizo que Castiel lo abrazara aún más fuerte. Con el tiempo el cazador se dejó llevar y apoyó su cabeza en su hombro. Pequeños llorosos se escucharon en el pasillo.

-Está bien, no es tu culpa...Estoy aquí, tranquilo- Intentó consolarlo.

Paso su mano de arriba abajo en la espalda de Dean.

-Eran solo niños Cas... no pudimos hacer nada... si tan solo hubiera llegado antes-

-Hey, está bien... no todo tiene que ser tu culpa-

-Pero Cas...- Antes de que pudiera terminar de hablar en ángel lo interrumpió.

- ¿Cuál era esa película que me querías mostrar la última vez?-

Dean sabía lo que estaba haciendo Castiel, si este fuera un día normal se enojaría con el ángel por no acordarse de su película favorita pero hoy no se sentía con ánimos.

-Tombstone, se llamaba Tombstone Cas-

-¿Qué te parece si la vemos? -

Dean simplemente se separó de su abrazo y dejó que Castiel entrara a su habitación. Cerró la puerta y buscó el CD de la película. Una vez puesta se sentó en la cama y vio como el ángel seguía parado en el centro de la habitación.

-¿Piensas ver la película parado?-

Castiel se movió lentamente hasta sentarse recto en el suave colchón de espuma. Si era sincero, no esperó llegar tan lejos.

-Hombre, te dolerá la espalda-

Dean lo acomodó hasta que su espalda estaba apoyada en las suaves almohadas.

Cuando el cazador le dio el visto bueno presionó Play y la película comenzó a reproducirse.

...

Cuando Sam entró a la habitación para ver cómo estaba su hermano, se llevó una gran sorpresa al ver al ángel dormido acostado con su hermano abrazándolo mientras que Tombstone sonaba de fondo.

Sonriendo, apagó la televisión y los dejó tranquilos.

...

En el momento que Dean se despertó se sintió cálido, realmente cálido. Se movió para seguir durmiendo cuando sintió un brazo en su cintura. Lentamente movió su mano para agarrar el cuchillo debajo de su almohada pero escuchó unos suaves murmullos, así que por primera vez en su vida, miró antes de atacar.

Sintió como su corazón saltaba cuando vio a Castiel detrás de él, estaba dormido o eso creía, el ángel muchas veces la había dicho que no dormía.

Decidió intentar dormir un poco más, no tenía ganas de levantase de la cama y estaba demasiado cómodo para hacerlo. Entonces simplemente volvió a cerrar los ojos.

...

Cundo Castiel despertó no se sorprendió al ver a Dean dormido, lo vio varias veces cabecear mientras veían la película, se sorprendió que él se quedara dormido, claro, si él lo deseaba podía dormir algunas veces pero no era necesario. Pero nunca recodó querer quedarse dormido.

Intentó no pensar en eso y observó cómo Dean dormía, pequeños ronquidos salían de su boca y un hilo de saliva recorría su mejilla.

Mientras lo observaba dio como finalizado el segundo paso.