Kibutsuji Muzan, gracias a su confiable red de información (Sus lunas que en lugar de hacer su trabajo se ponen de chismosos) se dió cuenta de los shippers planes de Ubuyashiki Kagaya. Sus lunas no hacen nada productivo, así qué ¿por qué no él hacer...
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Y allí estaba un Kibutsuji Muzan, sentado con una Nakime en frente, que en lugar de tocar su característica biwa, está escuchando atentamente a Akaza y a Douma. Quienes felizmente llegaron a la fortaleza para contar lo que pasaba con los cazadores "información 100% confiable" decían, solo ellos saben de donde la sacaron ( de una Nezuko Kamado sobornada a base de dulces y de llamarla respetuosamente "Nezuko-sama" ).
- Déjenme ver si entendí bien. ¿Ustedes me han venido a decir que el embrión está de Cupido para sus cazadores en lugar de venir a decirme si ya encontraron el lirio de la araña azul? - luego de una larga pausa y unos Douma y Akaza asintiendo como si su vida dependiera de eso, el Kibutsuji habló - váyanse antes que los asesine.
Y sin rechistar ellos dos salieron disparados a quien sabe dónde.
- Nakime, me voy. - nada más escuchar eso la demonio toco su biwa y Muzan salió de la habitación hacia su hogar.
Cuando salió de la habitación, terminó en la ciudad, ahora solo debía ir en dirección a esa casa.
Cuando llegó una niña le brinco encima en una abrazo gritando "¡Papá!".
Ya se acostumbro a esto. Y definitivamente desearía que no se terminará.
Puede que... Les haya tomado algo de cariño.
No es algo imposible, sí, es un demonio que asesina a sangre fría y todo lo demás.
Pero eso no significa que no pueda sentir. Puede enojarse y matar por ello. Es un avance ¿No?
- Bienvenido, querido. - se escucho la voz de una mujer, y la miró, y sonrió.
- Estoy en casa, Rei.
Si... Tal vez pueda acostumbrarse a ésto.
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