Capítulo 2: Peleas

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—El imbécil de Eren te ha estado metiendo ideas en la cabeza, ¿No?

—No se trata de eso, se trata de mí.

—¡Oh Mik!

(...) se acercó hacia él con compasión, sostuvo su rostro entre sus manos y mirándolo dulcemente le dijo:

—Eres Perfecto como eres, mírate...yo te amo. Te lo juro por Dieguito Maradona.

A Mikasa le brillaron los ojos dirigiéndolos hacia el suelo y después apartándose de su prometida.

—Estoy demasiada confundida....no sé qué hacer conmigo.

Mikasa se sentó en el mueble agarrando su cabeza, (...) se sentó a su lado y colocó la cabeza del muchacho en sus piernas para acariciarla.

—¿Me amas, Mikasa?

—-Me gustas mucho.

—Tú también me gustas mucho, me propusiste matrimonio y me diste este anillo, ¿Has cambiado de idea?

—...

—Si no te quieres casar sólo dímelo, no tengas miedo a decirme la verdad.

—Tengo que aclarar mis pensamientos (...), lo lamento pero necesito algo de tiempo.

—Está bien, toma el tiempo que necesites.

—Gracias...

(...) se mostró demasiado comprensiva con su chico pero lo que jamás imaginó fue que el tiempo que le pidió Mik fue para irse a casa de Eren.
Eso le revolvió la ira y sin nada de miedo a tan solo días de enterarse que su amado Mik se había ido a vivir con Eren confrontó al de ojos verdes en la universidad.

—Jaeger, ven aquí.

—(...), ¿Qué necesitas?

—¿Qué le has metido en la cabeza a Mik?

—Su nombre es Mikasa y no le he metido nada.

—Está viviendo contigo, ¿Qué pretendes? Te aprovechas de él porque es algo ingenuo.

—No me estoy aprovechando de nada (...), quizás no lo creas pero Mikasa y yo nos conocemos desde antes que tú. Ella me ama, ¿Sabes eso, no?

—No me vengas con idioteces, ¡Es mi prometido y nos vamos a casar!

—Nada de eso, olvídate de ella.

Su discusión fue interrumpida cuando Armin una chica rubia y muy amiga de Eren los había interrumpido en compañía de su novia Annie. (...) se fue desolada pero muy clara de lo que haría a continuación, fue a buscar a Mikasa en su trabajo.

—Buenos días señor, disculpe...estoy buscando a Mikasa, es un joven de rasgos asiáticos que trabaja aquí.

—¡Oh! Buenos días...el joven Mikasa no se ha presentado a trabajar desde hace unos días, de hecho creo que renunció pero no estoy seguro, puede ir a confirmar con el señor de allá—Le señala—Él es nuestro jefe.

—Gracias.

Mikasa renunció. Ellos no sabían nada de él. Sólo comentaban que era una pena que hubiese renunciado pues era un espléndido empleado aunque algo reservado y extraño.
(...) no tuvo más opción que espiar a Eren en su perfil social, de ahí sacó donde vivía y se presentó a su casa en busca de su prometido.

Cuando llegó tocó el timbre desesperadamente hasta que el mismo Mikasa fue quien le abrió.

—(...)...¿Qué haces aquí?

Imagínate con Mikasa +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora