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El rumor de que K.A.S había entrado a Grand Line se corrió rápidamente entre los piratas, quienes no tardaron en ponerse en contacto. Solo había pasado una semana desde que entraron y los llamados no se detenían.
En ese momento se encontraban camino a Alabasta con una niña en su barco, resulta que había sido secuestrada por Kuroisas, ese era el nombre de la organización que los tres amigos querían destruir. Anne se encontraba más que furiosa, no queriendo imaginar lo que pensaban hacer con la niña.
Por el momento no habían obtenido información alguna sobre el paradero del hermano de la pelinegra, ni la ruta que estaba siguiendo, poniendo a la chica muy ansiosa, las uñas en sus manos que había estado cuidando para que crecieran habían desaparecido.
A lo lejos pudieron ver que se acercaban a la isla, no tenían ningún mapa del lugar por lo que esperaban que la niña pudiera guiarlos.
—Bien preciosa, ahora dinos —comenzó la de cabellos violetas— ¿Dónde deberíamos atracar?
—Tenemos que llegar a Alubarna así que deberíamos entrar por el río Sandora —la pequeña Jiro dijo con timidez señalando el río que se dejaba ver a nuestra derecha—Luego no deberían ser más de medio día por el desierto hasta llegar a la ciudad del palacio.
Jiro les comento sobre los cuidados que debían tener para cruzar el desierto y lo que sucedía en el país mientras se adentraba por el río y avanzaban lentamente por él. No pasó mucho tiempo hasta que pudieron ver una carabela a orillas del río. No le dieron importancia y dejaron su pequeño barco detrás de ese otro. Como era de noche se quedaron en el barco y en la mañana siguiente luego de desayunar emprendieron camino. Anne le había dado una nueva mirada al barco atracado delante del suyo y entonces lo noto. El Jolly Roger de una carabela con un sombrero de paja. "Podría ser" pensó con una pequeña sonrisa.
—Anne, apresura- ¿Y a ti qué te pasa ahora? —Ryuu se dirigió a ella, que simplemente señala la bandera del barco.
—Tal vez esté aquí —dijo en un casi murmuró.
—Tal vez, pero no te hagas ilusiones Anne —comentó Keiko. La pelinegra asintió con la cabeza y comenzaron a cruzar el desierto hacia Alubarna.
Ya se dejaba ver la ciudad cuando el mini den den mushi comenzó a sonar. El rubio lo sacó de la mochila de la pelinegra y contestó. Anne y Ryuu detuvieron brevemente su caminata permitiendo que Keiko se adelantara con la niña.
— Buenos días, aquí K.A.S ¿En que podemos servirle?
Anne escuchaba mientras comía chocolate y preparaba su libreta para anotar el posible siguiente encargo. Volvieron a caminar una vez que vieron que la niña y su amiga ya se encontraban a una buena distancia.
— ¡Yoh! Mocosos. Akagami no Shanks al habla.
—¿Akagami? ¿Ese no era uno de los Yonkos esos? —Anne le preguntó a su amigo mientras escribía.
—Así es, ¿Qué podría necesitar un Yonko de unos simples mercenarios?
—Necesitamos que encuentren a alguien y le sigan el rastro a otra persona —se dejó oír una voz un poco más grave y profunda.
—¿Akagami puede cambiar la voz así? Woah, ya me agrada —comentó distraídamente la chica que seguía escribiendo todo lo que el den den mushi le transmitía.
—¡Es obvio que ese no era él! —le regañó su amigo y risas se oyeron del otro lado.
—Soy Barba blanca.
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Brother
FanfictionMonkey D. Anne, vivió gran parte de su infancia en una pequeña vivienda junto con aquella pareja que se auto declararon sus padres. Solo conocía a dos personas más allá de su pequeña "familia", esos niños que poco después serían sus mejores amigos y...