IX

1.6K 102 6
                                    

-Nami-ya, lamento molestarla pero necesito que vea algo- Dijo Law mirando como el peliverde salía con furia.

-Oh sí, ya voy- Contestó haciendo una seña para que el muchacho cerrara la puerta y se pudiera vestir.

Con prisa comenzó a vestirse rápidamente con un vestido y salió directamente a buscar a Torao.

-Parece que...- Fue interrumpido.

-Viene una tormenta- Aseguro antes de dejarlo terminar mirando el cielo.

-Bueno. Eso- Contestó mirando las nubes, él no era navegante pero Bepo le había enseñado un par de cosas.

-¡Franky! ¡Debemos salir de aquí!- Gritó Nami a su compañero.

-¡Enseguida suuuuper navegante!- Minutos después de posicionar los barriles de cola salieron volando por los aires, a tiempo para salir del rango de la tormenta que se aproximaba.

-Gracias Cirujano loco, vete a descansar-

-No es na...¿como me llamaste?- Preguntó con el entrecejo fruncido.

-Torao Torao- Dijo algo nerviosa recordando su apodo de verdad "El Cirujano de la muerte"
○○○○

-Navengate-san, te veo un poco rara, ¿estás bien?- Preguntó Robin acercándose a la ojicafé que se encontraba en la cubierta con el entrecejo fruncido.

-No tengo nada- Aseguro con una sonrisa, pero realmente estaba frustrada, sexualmente hablando. No había podido correrse a gusto pues los habían interrumpido.

-¿No será que tiene que ver con Espadachín-san?- Interrogó con una sonrisa.

-¿Qué dices? Nada de eso- Respondio Nami algo sonrojada por la suposición de la mujer.

-¿Vas a seguir negando lo que sientes por él?-

Desde antes de separarse en Sabaody, la pelinaranja se había dado cuenta que miraba con ojos diferentes a Zoro. Ya no era un simple nakama, pero jamás se lo permitiría.

-No es eso- Mintió sintiendo una presión en su pecho.

Solo Robin sabía los sentimientos que ella había tenido por el desde que se unió a la tripulación. Durante su estancia en la isla del cielo intento dejar de lado esos sentimientos y lo logró, claro, hasta que lo miro de nuevo.

Creyó al principio que solo era atracción sexual, ya que, durante esos dos años Zoro se había vuelto mucho más atractivo así que le dio rienda suelta a sus deseos, que al principio funcionó, pero ahora definitivamente continuaba sintiendo algo por él.

-Tal vez deberíamos decirle- Comentó Robin intentando animarla.

-No, es mejor así. Después de todo si me dijera que no siente lo mismo nada cambiaría, seguiríamos aquí, por Luffy, por nuestros sueños-
○○○○

-¡Ah!- Gruñia con su ronca voz el espadachín con la cabeza abajo y una mano apoyada en el azulejo del baño, con la otra en su hombría.

Maldito Torao, maldito barco, maldita falta de privacidad. No pudo terminar lo que había empezado y ahora como un adolescente hormonal le tocaba masturbarse mientras se duchaba, patético.

-Maldición- Soltó con frustración acabando en su mano y se terminó de duchar.
○○○○

Después de ese suceso continuaron como si nada ambos, peleando por cualquier estupidez y lanzándose cosas. Más bien, Nami lanzándole cosas.

Poco después llegaron a Dressrosa para cumplir con el acuerdo de Luffy y Law.

Puru puru puru

-¡Hola!- Gritó Luffy junto a Zoro y Franky luego de ir al restaurante.

Mi DeudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora