VIII

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Poco a poco Sanji fue abriendo los ojos algo adolorido, tal vez más de lo usual, el cuerpo de Nami no tenía tanta resistencia como el de él.

-¿Estás bien Sanji?-Pregunto el doctor.

-Bien. ¿Donde está el samurái?- Consultó mirando a los lados.

-Brook le comento que vio su torso cerca de aquí y salió a buscarlo- Explicó Franky desde el cuerpo de Chopper.

-Maldicion, debo ir por él, es mi responsabilidad- Soltó con fastidio poniéndose de pie.

-Yo te acompañaré Sanji, y así me muestras tus bragas Yohohoho- Rio feliz el esqueleto.

-¡Debemos conseguir una cámara!- Insistió el rubio corriendo junto al afro.

-¡No se atrevan!- Amenazo Nami golpeandolos a ambos.

-Yo iré con ellos- Exclamó Zoro levantándose de su asiento.

-¿Quieres ir con Cocinero-san?- Preguntó extrañada la pelinegra, pues no era usual que Zoro tomara responsabilidades ajenas.

-No quiero, pero a decir verdad estoy aburrido aquí dentro- Sobre su cadáver dejaría que ese ero-cook solo con el majestuoso cuerpo de su amante. Solo él tenía derecho a disfrutarlo.
○○○○

Los tres salieron corriendo de ahí a toda velocidad para encontrar al samurái, aunque dos de ellos no paraban de pelear.

-¡Maldito ero-cook!- Gritó el peliverde.

-Marimo idiota, no quiero estar con alguien como tú que no puede apreciar el hermoso cuerpo de Nami- Aclaró el cejas de remolino.

-¡Eres un enfermo!-

-Y tú eres un ¡Ah!- Gritó a punto de caer pero noto como una gran mano masculina lo sostuvo.

No supo si fue por inercia, pero su al ver a Nami caer su mano se movió por si sola y se detuvo un momento para apreciar el hermoso rostro de la navegante.

Su mano era muy suave y hermosa, al igual que todo su cuerpo. Ellos no hablaban a menudo de fantasías sexuales pero tal vez hacerlo sobre el hielo podría ser excitante.

-¡Que tiernos!- Hizo notar el esqueleto apreciando la escena.

Y así fue como Roronoa dejó de lado todos esos pensamientos al recordar que ese era Sanji y lo estampó contra el suelo.

-¡No me importa si te caes!- Espetó alejándose.

-Deberias tratar mejor al cuerpo de Nami-swan- Regañó el ojiazul.

-¡Apresurate!-
○○○○

-¿¡Qué dices Luffy!? Si hacemos alianza con este tipo no voy a poder dormir tranquilo- Decía Usopp rogandole a su capitán.

-¡Todavía no estamos a nivel de un Yonkou!- Agrego Chopper.

¿Qué había pasado? Pues en la ausencia de Zoro, Sanji y Brook, Nami fue secuestrada y el capitán de los piratas Heart ayudó a Luffy a recuperarla para luego proponerle una alianza que por supuesto Luffy acepto.

-Luffy, aceptaré lo que decidas, pero debes saber que la mayoría de alianzas entre piratas termina en traiciones- Señalo la mujer mayor.

-Oye, Torao, ¿piensas traicionarme?- Pregunto Luffy.

-No- Y con esto los ojos de Luffy brillaron como estrellas, confiando plenamente en su nuevo amigo.

Mientras, Law se dio cuenta como el cyborg lo miraba como si deseara matarlo.

-¿Pasa algo, Cyborg?- Preguntó sin gesto alguno.

-Soy Nami, regresame mi cuerpo- Ordeno molesta.

Mi DeudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora