—Dime, Eren, ¿crees poder controlarte con toda la presión y altas esperanzas que recaen en tus hombros? —Rachel miró seriamente al chico titán, puesto que sabía que confiar nuevamente en alguien tan joven solo significaba dos posibles cosas.
—No lo sé, Rachel-san, pero haré mi mayor esfuerzo, de verdad.
—No es suficiente, Eren, pero no te puedo juzgar, eres un niño aún, con una gran responsabilidad en manos —suspira, recordando vagamente la situación que pasó años atrás, como un déjà vu—. Una completa injusticia, ¿no lo crees?
—Rachel-san, ¿qué piensa acerca de Eros-san?
—Que es un demente con una mente maestra que ha sufrido grandes injusticias, un... Un demonio jugando un gran juego terriblemente injusto, ¿por qué la pregunta?
—Algo en él me resulta extrañamente familiar, Rachel-san, como si lo hubiera conocido antes. —respondió, retomando su labor en la limpieza de la habitación.
—Todos lo creen, Eren, no eres el único, siempre sentimos una especie de nostalgia al conocerlo.
—Hace un momento dijo que él estaba jugando un juego terriblemente injusto, si lo es, ¿por qué lo juega?
—¿Debería tener una razón, Eren-kun?— la pomposa voz de Eros los hizo voltear, él trató de sonreír pero solo obtuvo una mueca de lado—. Creo que es divertido lo inesperado que puede ser el camino, ya sabes, el juego mueve sus piezas por sí solo y tu no lo ves venir, en cambio, el juego ya sabe qué piezas moverás.
—¿Entonces eso no sería un juego...?
—¿Injusto? ¿Lleno de trampas? Sí, así es, Eren, por eso lo juego.
—Pero...
—No trates de entenderlo, Eren, la última persona que trató está tres metros bajo tierra —echando un vistazo al ocaso, Rachel fue esta vez quien interrumpió las palabras del joven.
—Hange no tarda en llegar, Rachel, creí que te vendría bien pasar tiempo con ella, hablar de los titanes y esas cosas que solo ustedes entienden tan bien.
—Tienes razón, necesito un respiro—antes de que la azabache se marchara, agregó—. Trata de no alimentar tu curiosidad con la mente manipulable del mocoso, por favor.
Eren miró los orbes de Eros, notando que ya no estaba el brillo que aparecía al estar con el Capitán Levi y que ahora, había un brillo distinto, uno melancólico y terriblemente culpable.
—Eren, quiero que tengas muy presente lo que te diré, no hay malos ni buenos, solo diferentes pensamientos, lo que a ti te puede parecer injusto, a otro le puede parecer justo y viceversa, en el futuro, recuérdalo, pueden cambiar muchas cosas con un solo parpadear.
—Eros-san, ¿se encuentra bien?
—¿Yo? Por supuesto que sí, Eren, solo trato de... corregir lo que está por venir, ya sabes, evitar sucesos y recrear caminos. —el de cabello ondulado sonrió, metiendo sus manos en los bolsillos de su saco. —¡Oh, ya anocheció! Zoë no tarda en llegar.
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悲劇 𝐂𝐀𝐓𝐇𝐀𝐑𝐒𝐈𝐒; 𝗌𝗇𝗄
Random悲劇 :: ˓𓄹 ࣪˖ ❛ 𝗅𝖺 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒏𝒐 𝖽𝖾𝖻𝖾 𝖾𝗌𝗍𝖺𝗋 𝒆𝒙𝒆𝒏𝒕𝒂 𝖽𝖾 𝒅𝒐𝒍𝒐𝒓 ❜ Eros Läckberg solo pudo pensar en su propia vida, tan trágica pero a le vez tan cómica, la muerte se había burlado de él en incontables veces que había...