La llamada

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A la mañana siguiente cuando me levante estaba de un extraño buen humor, no iba a admitir esto en mi vida, pero la cosa era que ese pequeño detalle de anoche hizo que me sintiera querida de alguna manera.

Como todos los días, me tocaba levantarme más temprano que los demás para poder hacer el desayuno sin miedo a que tuviera que llamar a los bomberos , cuando entre a la sala se escuchaban los quejidos de Steve desde el sofá , creo que ya le entraba la resaca , o como le dirían en Colombia el guayabo.

- Genial, no he cumplido ni los treinta y ya siento que moriré – dijo tapándose la cara con una almohada.

Me reí disimuladamente del mientras preparaba el café y encendía la estufa para hacer Napolitanas. Ya estaba listo el café así que le pedí a Steve que me ayudara aponer la mesa mientras se tomaba unas cuantas aspirinas para el dolor de cabeza.

- Buenos días – saludaron Liza y Luisa al final del pasillo.

- Buenos días, ya está listo el desayuno por si lo quieren de una vez.

Todos me miraron con una mueca de confusión en la cara, ¿acaso estaba tan despeinada? Digo, no había ido al baño todavía esa mañana, lo más seguro es que estaba horrible. Steve empezó a reírse ampliamente y yo lo mire con una cara de sorpresa evidente, Liza y Luisa se les unieron mientras yo tuve que esperar cinco minutos a que se calmaran. Cuando por fin lo hicieron los afronte.

- ¿Qué es tan chistosito que no me he dado cuenta?

- Todavía no te has tomado tu café y estas de buen humor – dijo Luisa secándose una lágrima.

- Algo en mi ser me dice qu'elle est très amoureuse du garçon d'hier soir.- me dijo Liza con cara burlona.

- Supongan lo que quieran, solo me levante de buen humor hoy, además de que él solo hiso un gesto amigable. Puede que lo haya hecho a modo de disculpa.

- Bueno, no hay necesidad de que lo admitas en voz alta como para saber qué te gusto que nos trajera – me señalo Steve antes de que empezara a comer.

Al final de cuentas decidimos dejar el tema; por otro lado hoy tenía una entrevista para subir de cargo en el trabajo, por lo que estaba muy nerviosa.

Liza me ayudo a peinarme y maquillarme, estaba empezando a considerar pagarle por arreglarme, se lo merecía totalmente. Ya estaba lista, recogí mis llaves para salir del apartamento; antes claro me despedí de Luisa, Liza y Steve.

En el camino estaba escuchando música en la radio, de alguna manera la música lograba relajarme así que solo deje que fluyera el ambiente.

Soy yo o eso se escuchó muy hippie

Cuando estaba en el estacionamiento del edificio de mi empresa busque el bloque en el que normalmente dejaba mi carro; me retoque un poco el maquillaje y el cabello antes de salir de este. Pero lo que menos me esperaba era ver al chico que yo creía amble la noche anterior.... Dean.

Me sorprendió mucho verlo ahí, pero eso no fue lo que me llamo la atención si no que tenía una pistola en la mano. Su cara expresaba una satisfacción total mientras le ponía el arma a un desconocido en la cabeza.

Alicia, corre

Estaba en un estado de shock tan fuerte que no me di cuenta de que estaba corriendo hacia el edificio; me temblaban las manos y estaba empezando a tener un dolor en el estómago que sabía muy bien lo que significaba. Estaba teniendo un ataque de pánico.

Mi miedo , mi salvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora