Welcome to my world

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Un movimiento brusco hizo que abriera mis ojos, sentía un fuerte dolor de cabeza y por alguna razón mucha presión en ella además. ¿Pero qué carajos había pasado? Ah claro, quería tener una vida normal y como por obra y gracia del espíritu Santo me tropecé con un francés que por ninguna razón yo pensaba que tenía más secretos que mi profesor de matemáticas haciendo trampa en los exámenes.

Logre entreabrir mis ojos porque la presión en mi cabeza y el movimiento brusco se hacían cada vez más fuertes e insoportables, ok en definitiva, que mierdas estaba pasando. ¿¡Y porque demonios todos estaba al revés!? No lo pensé dos veces y empecé a moverme como un gusano sobre quien sea que me cargaba.

- Como te atrevas a decir que te suelte te dejo caer y te das duro por terca- okey, uno, quien era el de la voz masculina y, dos, tenía razón en lo que me daría duro si seguía así.

- ¿Quién eres y porque me tienes cargada? - dije en el tono de voz más calmado que pude.

- Y yo pensando que su mon amour iba a ser más inteligente - soltó un exasperante suspiro - regla número uno de si estas en un secuestro, nunca se revela la identidad y mucho menos si literalmente tengo tu trasero en mi cara.

Un momento

Esas últimas palabras quedaron resonando en mi cabeza por un rato. ¿Mon amour? , la única persona que me llama así es Dean y la última vez que lo vi estábamos en el baño.

Estábamos... ¡Pues claro que estábamos! ¿Dónde están Luisa, Liza y Steve?

Por un momento pensé que tardarías más en captar ese pequeño detalle

Calla y déjame pensar

Soy tu consciencia, prácticamente soy la que te hace pensar

- ¡CALLA!

- Aja ¿porque me chitas? , no he dicho nada, lo que me faltaba que también tuviera problemas mentales.

- Si esto tiene que ver con Dean, por favor dile que esta no es la manera de invitar a alguien a una cita, no con un maldito secuestro - soltó una carcajada y pude sentir como sus hombros subían y bajan por la risa.

- Ay sunflower, no haz conocido el verdadero cotilleo de Dean aún.

- Otro con apodos raros - le dije con pereza -sunflower es poco original

- Mmmm no lo creo, eres morena y solo te abres cuando está el sol- no entendí la explicación y el pareció captarlo porque volvió a suspirar, a este paso con tanto suspiro se iba a quedar si aire - Anoche estabas muy calmada cuando te recogí, incluso dormida y ahora que es de día estas más habladora y brusca.

- Que metáfora más mala la tuya.

Lo que siguió del camino hacía no sé dónde me volví a dormir, más que todo porque aún tenía efectos del sedante en mi cuerpo y me dolía mucho la cabeza. Desperté porque sentí un arma fuerte y fastidioso en mi nariz así que abrí los ojos.

- Tranquila mon amour, shh tranquila - Dean, su voz, ese toque falso pero que a la vez era tan consolador para mí en ese momento.

- Dean- dije en un jadeo porque tenía demasiado sueño y dolor en todo el cuerpo.

- El mismo, tienes que descansar, hablaremos más tarde.

- Y un demonio - lo agarre del brazo y lo senté en donde sea que estuviera acostada, Santo Cristo del bolsillo de los pobre, pero que casa tan bonita. Mire a mi alrededor y vi una mansión con una escalera de caracol, paredes de mármol y una lámpara colgante en el techo, por no olvidar los toques con flores que había en todas partes y el olor a lavanda.

Mi miedo , mi salvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora