Capítulo 4

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"Cose da nascondere sotto il letto"
"Cosas que esconder bajo la cama"

-Joder Hestia- Alessandro retuerce la muñeca que está bajo mi agarre- Me estás haciendo daño y estás borracha...

¿Borracha? ¿Yo? No, simplemente estoy cabreada. No, cabreada no. Furiosa.

-¿Por un solo trago? Ni de coña-

Aparto bruscamente a cualquier persona que se interpone en mi camino.

-No sé... Parecía potente, tendría un 70% alcohol mínimo o algo así-

-No digas gilipolleces, anda

Pero mi cuerpo parece querer darle la razón al rubio. Pues por mucho que negara mi embriaguez, sobria del todo tampoco estaba. Eso, o al lugar de repente le empieza a dae complejo de planeta y se pone a orbitar.

-¿A donde vas siquiera? Hestia, deberíamos...-

-¡TOCADORA DE LIBROS!-

Me giro en redondo.

-¡DEJA DE PUTO SEGUIRME, ME ESTÁ EMPEZANDO A DAR MAL ROLLO!-

Suelto de un manotazo a Ale, pateando con una pierna el suelo como una niña pequeña con una rabieta de la hostia.

-¡NO TE ESTOY SIGUIENDO! ¡QUE EL DESTINO QUIERA QUE NOS ENCONTREMOS NO ES CULPA MIA!

-¿TE ESTÁS ESCUCHANDO? ¡ESTÁS CHIFLADO!

-¿YO? ¿TE RECUERDO QUE TE PILLÉ ACARICIENDO EL LOMO DE UN LIBRO COMO SI TUVIESES UN FETICHE EXTRAÑO?

Buen punto.

Me muerdo el labio con frustración, sintiendo como todo a mi alrededor gira cada vez más rápido

-Yo...- Dejo escapar un suspiro imprevisto- Yo... ¡AGH! ¡DÉJAME EN PAZ DE UNA VEZ! ¡NO NOS CONOCEMOS DE NADA!

Damiano frunce el ceño, dejando su semblante intimidantemente serio.

-Y no nos conoceremos más- Pasa por mi lado, chocando a posta con mi hombro- Histérica.

Abro la boca. La cierro y aprieto los puños. Incluso hincho los carrillos conteniendo el aire. Estoy segura que la imagen debe de ser bastante cómica desde una perspectiva externa, pero me da igual. Estoy tan consumida por la rabia que dejo de actuar con sensatez.

Regularmente no soy de ese tipo de personas que pierden los nervios. Que va. Mi "modus operandi" se basa más bien en poner un expresión altiva y expulsar comentarios mordaces hasta que la otra persona tire la toalla. Al menos, es lo que suelo hacer cuando estoy sobria.

Pero no lo estoy.

El alcohol burbujea por mis venas. Invade mi cerebro con sus malas ideas y me hace actuar de manera impulsiva. Y con "me hace actuar de manera impulsiva" me refiero a que me hace placar a Damiano... Literalmente.

Me doy la vuelta y cojo impulso, saltando sobre su espalda antes de que siquiera pueda reaccionar. La acción lo pilla desprevenido. Pierde el equilibrio y ambos caemos sobre el suelo.

Suelto un gritito cuando aplasta mi mano con su torso.

-¿¡QUE COÑO HACES PUTA LOCA?!- Chilla, revolviendose para sacarme de encima, consiguiendo solo que me aferre más- ¡SUELTAME!

-NO SOY UNA HISTERICA- Respondo, perdiendo la coherencia por segundos.

Me cuesta horrores tener la compostura para probar mi punto. Me doy cuenta cuando empiezo a notar la marabunta de gente que se a galopa a nuestro alrededor en busca de un espectáculo con el cual saciar sus ansias de comedia.

𝐑𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐕𝐨𝐜𝐞𝐬- Damiano DavidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora