Capítulo 3 [Editado]

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No había transcurrido mucho tiempo desde lo último que había sucedido. La pequeña Eri, desorientada, despertó en la camilla sin entender nada. ¿Cómo había llegado ahí? ¿Quién la dejó ahí?

La infante mira a su alrededor, intentando descifrar dónde se encontraba. Pero no funcionaba. Se sorprendió un poco al ver a un chico peliverde ahí, y no le costó mucho reconocerlo. Ese chico no era más ni menos que Deku, el héroe que ella había conocido tiempo atrás. A su lado y de pie, estaba un adulto de aspecto gracioso y desaliñado. Eri no temía de él.

—Aizawa-sensei —llama Deku, quien con una preciosa sonrisa, expresó el alivio al ver a Eri despertar—. Ella despertó.

El hombre de pelo oscuro se acercó a la camilla, con movimientos gentiles, siendo consciente de no hacer algo que pudiera asustarla.

—Hola pequeña. Mi nombre es Shota Aizawa, soy un héroe —sonrió ladino, intentando amenizar las presentaciones y no estresar a la niña—. ¿Recuerdas tu nombre?

Eri busca con la mirada a Deku, buscando seguridad en él. El joven héroe sonrió, mostrando sus dientes perlados, y eso despertó una sensación conocida en Eri. Él sonreía de cierta manera familiar... como alguien que Eri conocía... O no. No pudo recordar nada. Solo esa sensación

—Mi nombre es... Eri —la voz de la niña es solo un susurro. Un pequeño murmullo, que si no escuchabas con atención, no eras capaz de captar.

—Eri —repite Aizawa, moviendo la cabeza de arriba hacia abajo. Notó que no dijo un apellido. Ella sólo era Eri—. ¿Recuerdas algo de lo que pasó antes de que llegaras acá?

La niña mueve afirmativamente la cabeza, imitando al adulto.

—Lemillion fue quien me encontró. Yo escapé por... por... —la niña intentaba recordar, pero era imposible. Era una laguna mental que le provocaba un poco de ansiedad—. No recuerdo bien... es extraño.

Los héroes se miran entre sí, y Aizawa asiente mientras Deku suspira, pensando en todo lo horrible que debió haber pasado la pequeña ahí dentro.

Todo este suceso la deben de tener conmocionada y confundida, así que era totalmente normal que no recordara con lujo de detalles todo lo que sucedió. También eran conscientes del tipo de atrocidades al que estuvo sometida mientras estuvo al "cuidado" de Chisaki, así que habían decidido que lo mejor era no presionarla, sino ayudarla a adaptarse a su nuevo entorno y por tanto, a su nueva vida.

—¿Dónde estoy? —la voz de Eri sacó a ambos héroes de sus ensoñaciones—. ¿Qué pasará conmigo ahora?

—Estás en un hospital, Eri —fue Izuku Midoriya, más conocido como Deku, quien respondió.

—Aún no sabemos con exactitud qué pasará —explica Aizawa, el profesor. Se sentó a un lado de la camilla, para formar una cercanía—. Lo más probable es que vivas en una organización gubernamental y...

La cara de confusión de la infanta lo hizo detenerse. Fue consciente de que, primero, la niña no tenía más de seis años. Segundo, estuvo la mayor parte de su vida consciente encerrada, sin conocer el mundo exterior y la composición de una sociedad civilizada. Entonces, que él intentara explicarle cómo funcionaba el mundo, era contraproducente.

—Lo que Aizawa-sensei quiere decir —comentó Deku, salvando la situación—. Es que vivirás en una casa del gobierno con otros niños. Pero tendrás tu propio cuarto y puedes decorarlo como quieras.

Eri lo mira más tranquila, pero tampoco entendía la palabra "gobierno". ¿Qué era eso? ¿Era bueno?

—Cambiando de tema ¿Sabes en qué consiste tu don? ¿Sabes lo que hace?

La hermana de Eri [BNHA x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora