Capítulo 7

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Los días fueron pasando tortuosamente lento para aquellos héroes y los alumnos. 

El estado de la joven que rescataron se había estabilizado un poco, pero aún no podían asegurar si sobreviviría o no. 

En palabras poco profesionales para un médico, estaban esperando un milagro para que la chica estuviera bien. 

Dado que la explosión a la que la chica estuvo expuesta fue muy potente, hay mucho daño en varias zonas de su cuerpo. 

Si logra sobrevivir, tendrá cicatrices que recuerden para siempre ese momento. 

Shota Aizawa estaba esperando en el pasillo de la sección de cuidados intensivos del hospital. 

–¿Hay alguna mejora, doctor? –pregunta cuando ve al hombre de bata blanca salir de la habitación de la menor. 

–Por el momento, ninguna. La verdad es que es desalentador su diagnóstico –el doctor se aclara la garganta para lo que tiene que decir después–. Yo no me haría muchas ilusiones si fuera usted. Lo lamento. 

Luego de darle la noticia, el doctor se aleja dejando al hombre con el alma en los pies. 

¿Eso es todo? ¿Aquí acaba todo? 

¿Aún después de todo el esfuerzo, ellos no podrán salvar a ______? ¿Qué pasará con Eri? 

Shota suspira pesado mientras pasa su mano por su cabello, peinándolo hacia atrás. 

–Que injusta es la vida –susurra al viento. 

Con la misma angustia que tenía desde que llego, el adulto se va devuelta a su casa, donde están Eri y sus alumnos. 

–Buenas tardes, Aizawa-sensei –saluda Deku cuando lo ve llegar. 

Él está esperanzado y seguro de que ella se salvará. Pero al ver la expresión del mayor, lo desalienta un poco. 

–¿Su estado empeoró? –pregunta con tristeza el pecoso. 

Shota niega mientras se sienta en el sofá de la sala. 

–No empeoró, pero tampoco mejoró. El doctor dijo que... no debíamos tener muchas esperanzas. Es cuestión de tiempo. 

El joven Midoriya traga saliva con dificultad. 

Aunque él quiere tener una mentalidad positiva, es difícil con esta situación. 

En un intento de cambiar la conversación, Shota habla. 

–¿Dónde está Eri? 

–En el patio, con Todoroki y Uraraka –responde Midoriya. 

El adulto va hacia el pecoso indica. 

La niña, apenas lo ve, corre hacia él. 

–¡Aizawa-san! –sonríe Eri–. ¿Cómo le fue en el trabajo?

–Muy bien –sonríe falsamente mientras se pone a su altura–. ¿Qué tal tu día? 

–¡Divertido! –la niña ríe, no parece tan preocupada como cuando recordó a su hermana. 

–¿La pasaste bien?

La niña asiente sonriendo. 

El adulto desconoce por qué de un momento a otro la niña cambió totalmente su actitud. 

Pareciera que no recordara que ellos habían ido a rescatar a su hermana, a la hermana que ella llorando dijo que necesitaba. 

Y eso, se debía solamente al estado de salud de ______. Ella estaba tan débil, que su poder hacia que los recuerdos de ella en la mente de Eri fueran tan leves, que la niña no la recordaba para nada. 

La hermana de Eri [BNHA x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora