𝙀.𝙏. - 𝙏𝙊𝘼 𝙊𝙎

𝘄𝗵𝗮𝘁 𝗶𝗳...?

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what if...?
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──────¿Qué pasaría si la gema del alma existiera? ¿Quién se sacrificaría por quién para obtener la gema?──────

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Jim Lake Jr...

Tú saltarías en su lugar.

Ambos se encuentran en el monte Vormir -lugar donde se custodia la gema del alma- debatiendo quién debería saltar para poder obtener aquello que les asegurará la victoria contra la Orden Arcana. Has decidido por tu propia cuenta que serás tú quien se sacrifique por el equipo. Sabes que a pesar de que Lake sufrirá por tu pérdida más que cualquier otra persona, sabría salir adelante. Porque es lo que un héroe tiene que hacer. En cambio tú no podrías. Hay personas que necesitan de Jim, por eso debes mantenerlo con vida. En tu mente piensas que a diferencia de él, tu ausencia no sería algo que pudiera preocuparle a muchos -o eso es lo que crees-.

—Jim, tú y yo sabemos que solo una persona saldrá viva de aquí— tenías la mirada fija en el horizonte. Ya no había marcha atrás —y debes tú—.

—No...— murmuró Lake. Se sentía incluso ofendido por tu decisión.

Le partía completamente el corazón escucharte decir aquello, ¿cómo es qué tan rápido habías decidido que debías ser tú quien saltará por aquel risco? ¿acaso estabas loca?. Incluso al saber que él se encontraba en desventaja por la falta de armadura, no iba a permitir de ninguna manera que saltarás por ese risco. Ya había perdido la confianza en sí mismo, perderte a ti sería lo siguiente que necesitaba para derrumbarse por completo. No estaba preparado para verte caer y ser testigo de tu cuerpo ensangrentado. Si alguien era más necesario en aquella batalla, eras tú, no un cazatroles que no tenía armadura, ni confianza.

—Si mueres y yo vivo— interrumpiste sus palabras —yo no tendría nada— volteaste a verlo —no tengo a nadie que le importe— lo escuchaste murmurar tu nombre —para ti es diferente, tienes a tu madre— una sonrisa melancólica se asomó por tus labios —tienes que vivir, por ella— lograste conectar miradas con el muchacho.

—¿Y por qué no tú?— preguntó el de ojos azules.

—Nadie me necesita— te encogiste de hombros.

—Yo sí— soltó Jim —te necesito— finalmente unieron sus labios en un cálido beso, que se sentía como el último. Porque lo era.

Al encontrarse sin su armadura, sabes que el chico de chaqueta azul se encuentra vulnerable, por más que lo intentará no podría detenerte de saltar. Y con aquel beso, te dio la oportunidad perfecta para atacarlo y tirarlo al suelo de manera que fuera lo suficientemente tarde como para que pudiera rebasarte e intentar saltar primero. A los pocos segundos de haber saltado sentiste una leve presión en la muñeca que no te permitía caer. Era Jim. Intentó subirte de nuevo, pero al encontrarse débil realmente no podía hacer mucho.

Junto todas sus fuerzas para subirte de nuevo. Incluso suplicó y te rogó para que no lo hicieras, te necesitaba más que a nadie, te amaba con todas sus fuerzas. No podías hacerle aquello, pero tenías que. Solo así el bien podría ganar sobre la destrucción y Jim sería la pieza clave para que eso sucediera. Después de decirle que todo estaría bien, te soltaste...

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Aja Tarron...